A 64 años de su fundación, La Única e Internacional Sonora Santanera mantiene su originalidad, frescura musical, ritmo, y su sonoridad es inconfundible.
Basta con escuchar las notas de cualquiera de sus temas y de inmediato se le identifica. Sin duda, es la institución de música tropical más importante de México.
Arturo Ortiz y Toño Méndez, quienes hoy comandan La Única e Internacional Sonora Santanera , heredera de la música y el estilo de la original Sonora Santanera fundada por Carlos Colorado en 1955, señalan que entre los lineamientos que él dejó establecidos fue que siempre se mantuviera el sonido que los caracteriza.
Por esta razón ni el "boom" del rock, el pop, los ritmos latinos, reggaetón, rap, trap o lo que haya surgido en estas más de seis décadas de existencia los ha obligado a romper con su forma interpretativa.
Rodeados de recuerdos, en la oficina original que se construyó para la Sonora en un popular barrio de la Ciudad de México, Arturo y Toño agregan que el estilo musical único que ha marcado generaciones lo inventó Carlos Colorado, y es una mezcla-fusión de danzón, mambo, bolero, rumba y chachachá.
“Carlos empezó con Tropical Santanera, nombre que le dio en homenaje a su tierra Santana, Tabasco, tocando en fiestas del barrio, bodas, XV años, siempre con el mismo sonido que llevó a que en 1959 directivos de Discos Columbia le abrieran las puertas”, según recuerdan.
Agregan que era el tiempo de las sonoras y fue Jesús Martínez “Palillo” quien le sugirió a Carlos cambiar a Sonora Santanera.
En 1960, dirigidos por Carlos Colorado, Juan y José Bustos, Andrés Terrones, Silvestre Mercado, Sergio Celada, Josué Ramos, Rodolfo Montiel, Armando Espinoza, Antonio Casas, Héctor Aguilar y David Quiroz graban su primer disco y son un éxito con La boa. Pocos años después se sumarían Arturo Ortiz y Toño Méndez.
A lo largo de estos 64 años, la agrupación ha sumado decenas de "hits", entre los que se encuentran Perfume de gardenias, El mudo, Amor de cabaret, Musita, De mil maneras y Estoy pensando en ti, por mencionar algunos, que también han sido cantados con ellos por figuras nacionales de todos los géneros como Mijares, Cristian Castro, Rubén Albarrán, Paquita la del Barrio, Eugenia León , o internacionales como Gilberto Santa Rosa.
Pero así como se han sumado los éxitos, la agrupación ha sufrido cambios y fragmentaciones en su estructura, principalmente luego de la muerte de su fundador Carlos Colorado, ocurrida en un accidente automovilístico el 25 de abril de 1986, cuando la orquesta se dirigía a la Feria de San Marcos, en Aguascalientes.
“El accidente fue justo a un año de haber fallecido el hijo de Carlos, él estaba muy triste porque era su aniversario y no quería ir con nosotros a Aguascalientes, pero Silvestre Mercado lo convenció, e incluso pasamos por el panteón donde sepultaron a su hijo. A Carlos le gustaba sentarse junto al operador del autobús, todo iba bien, pero al pasar la caseta de Querétaro sobrevino el enfrenón y el fatídico accidente”.
Aunque han pasado muchos años, Arturo y Toño recuerdan que ellos dos y Gildardo Zárate salieron disparados por el parabrisas hacia el pavimento. Ortiz tuvo fractura en el hombro; Toño múltiples contusiones, mientras que Carlos Colorado quedó desecho y prensado entre los fierros retorcidos del autobús.
“Nunca olvidaremos ese espantoso cuadro, pero lo llevamos en la memoria”.
Guardaron los instrumentos por ocho meses y analizaron la posibilidad de optar por el retiro, pero al siguiente año fueron convencidos para retomar la carrera y lo hicieron con el disco Si Dios perdona.
“Por Carlos Colorado es que volvimos, fue impactante reiniciar sin él, decidimos que la agrupación estaba más fuerte y vigente que nunca; seguimos adelante a pesar del desgaste emocional”.
Este duro golpe, de momento los unió más como agrupación; sin embargo, ante la ausencia de Carlos, quien era la cabeza y director del grupo, se fueron creando conflictos y separaciones que han derivado en varios problemas legales, con exintegrantes o hijos de ellos.
Se han formado sonoras y trabajan con la música y el nombre de la Santanera, pero son Arturo Méndez y Toño Ortiz, dirigentes de La Única e Internacional Sonora Santanera, quienes conservan a la institución lo más apegada a los preceptos originales.
“Colorado supo ser un líder, un gran director musical y multiinstrumentista, era tan visionario que decidió crear no sólo lineamientos de trabajo bajo una estricta disciplina, sino una sede para la agrupación.
“Y aquí estamos, en la casa que él diseñó y que construyó con el apoyo de cada uno de nosotros; este inmueble es la oficina, aquí es el centro de reunión. Estudios y ensayos, porque siempre pensó en dejar algo para que siguiera La Sonora Santanera si algún día él faltaba.
“Aquí está la historia, es la esencia de todos los que hemos participado en ella, desde Silvestre Mercado, Juan y Pepe Bustos, además de Sergio Celada y de todos los que ya no están con nosotros, hasta aquellos que decidieron formar su propia agrupación”.
La perfecta estructura que Carlos Colorado dejara, la siguen fielmente hasta la fecha Arturo Ortiz y Toño Méndez , porque es la base para que La Única e Internacional Sonora Santanera siga siendo una gran institución musical.
En la agrupación no hay enfermedad, problema familiar o fiesta personal de sus integrantes que les impida cumplir con un contrato.
“Lo más importante es que primero está el público y después el dolor; primero el compromiso musical y después las preocupaciones; primero el amor a la música, y el olvido la edad, esa era una de las cosas que Carlos siempre decía”, señala Arturo.
Rodeados por innumerables premios que han recibido en su carrera, entre ellos tres Grammy, refieren que aun con el dolor de haber perdido a Carlos y a otros de sus compañeros y a los problemas que enfrentan, siempre ha pesado más en ellos lo hermoso que han vivido como agrupación.
“Estamos en el recinto que nos trae los recuerdos más profundos de cuando estábamos juntos y reinaba la concordia y la armonía. La etapa más feliz de la agrupación fue cuando estábamos todos los que seguimos a Carlos en su sueño musical”, refiere don Arturo.
Entre sus remembranzas más tristes en su trayectoria está obviamente el accidente que sufrieron cuando perdió la vida Carlos; el asesinato en 1973 de Armando Espinoza en un asalto en su casa, y el fallecimiento de Sergio Celada en pleno debut del musical Perfume de gardenias.
“Él tocaba los timbales y tuvo un desvanecimiento que lo llevó al hospital por siete días y donde finalmente dejó de existir".
Tampoco pueden dejar fuera de sus malos momentos los conflictos legales por el nombre y los derechos de la agrupación.
“Todos esos pleitos legales nos llevaron a no poder grabar durante 10 años, pero esa difícil etapa se diluyó, porque después volvimos con el pie derecho y con orgullo conseguimos los tres Grammy, como alguna vez lo soñó Carlos Colorado”.
Subrayan que ahora están formado a la nueva sangre de la Sonora Santanera, inculcando esta filosofía a los hijos de algunos de los integrantes.
Arturo y Toño afirman que el mismo Carlos tuvo la visión de que algún día habría problemas legales con los hijos de cada uno y con los suyos, por lo que suspendió las convivencias familiares y dejó en claro algunos puntos:
“El primer lineamiento fue que quien se saliera de la agrupación, fuera quien fuera, no podría jamás volver a ella, y en ese punto la viuda (Yolanda Almazán) decidió salir y rechazar el pago que se le devengaba.
El segundo era respetar en todo momento la esencia musical, eso se ha hecho hasta ahora, y la tercera, pelear por mantener la Casa Única de la Sonora Santanera, y para ello a cada uno nos asignó tareas dentro de la agrupación y debo decir que la partida de él y de los otros han sido todas dolorosas”.
También agregan, conservan que pase lo que pase, el grupo siempre cumple sus compromisos, por lo que cuando murió Sergio Celada no fueron a su velorio, sino a cumplir con una presentación.
“Otra de las reglas de Carlos Colorado era que pasara lo que pasara, la Sonora Santanera jamás suspendería una presentación y esa vez fuimos a tocar a Monterrey, mientras Sandro, el hijo de Sergio, velaba a su padre en la Ciudad de México”.
Sin abundar en la disputa con la viuda de Carlos Colorado y la pérdida de tiempo y dinero invertidos en abogados, establecen que ahora, afortunadamente, es un caso cerrado, porque la viuda consiguió retener la reserva del nombre y nosotros tenemos el registro de la marca, así que ella trabajará su camino y nosotros el nuestro”.
Arturo Ortiz puntualiza: “Lo importante en este penoso caso de litigio es que nos quedamos con el registro del nombre, con la historia y trayectoria de La Única e Internacional Sonora Santanera, con la discografía de 50 producciones, la Única Casa o estudio , con el set de películas y con el reconocimiento del público a nivel nacional e internacional.
“De hecho, adelantamos que el nuevo disco será toda una sorpresa, porque serán grandes éxitos con invitados de primera línea; prepárense, vamos por otro Grammy”, indicaron.
Finalmente, los planes de trabajo de La Única e Internacional Sonora Santanera siguen adelante, por lo que el 10 de mayo festejarán a las madres en Monterrey.
“Estaremos con Paquita la del Barrio y Maricela; el 11 en el Multiforo Tlalpan,
en donde confiamos que la audiencia será multitudinaria, y más adelante volvemos al Auditorio Nacional otra vez con Paquita la del Barrio”, finalizan.