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christian.leon@eluniversal.com.mx
México es un país tan diverso que tiene público para todo y la noche del jueves esto quedó plenamente demostrado.
De lo único que se ha hablado estos días ha sido del regreso de Luis Miguel a los escenarios mexicanos y por ello no era raro ver que el miércoles, a las afueras del Auditorio Nacional, los revendedores estuvieran ofreciendo cualquier cantidad de productos con el nombre o con la imagen de El Sol.
Sin embargo, si alguien caminaba más al fondo, un poco antes de llegar al Centro Cultural del Bosque había un selecto grupo de personas que, aunque parecía haberse extraviado, lo cierto es que estaba ahí no por ver a Luis Miguel sino por un argentino que no era necesariamente cantante sino pianista, su nombre, Raúl di Blasio.
Al entrar al Lunario del Auditorio Nacional, el público era más reservado que el que se podía encontrar en el coloso de Reforma.
La emoción y euforia era distinta y, aunque en el recinto de al lado el estruendo era ensordecedor para cualquiera que fuera pasando por la calle, en el Lunario la vibra y el ambiente era otro.
En la atmósfera de este privado e íntimo concierto, el romanticismo era la carta fuerte de Di Blasio, quien sabía que los ahí reunidos iban dispuestos a deleitarse con lo que con sus manos ha creado a lo largo de 35 años.
Durante la velada no todo fueron temas clásicos o románticos, el músico sudamericano también tuvo tiempo y lugar para ejecutar el sabor latino, al igual que para la experimentación.
Una prueba de esa exploración se dio cuando el argentino se hizo acompañar por músicos; a cargo de la batería, trompetas y guitarras, hacían que brillaran los acordes que despedía Di Blasio de su piano.
Además el músico, quien siempre se ha declarado fan de la música mexicana, dejó claro quiénes son algunos de sus intérpretes favoritos, ya que hasta una versión a su manera del tema “Secreto de amor” —original del fallecido compositor guerrerense Joan Sebastian— interpretó.
“Hola México, ¿cómo se la están pasando?, porque yo estoy de maravilla, por la única razón de estar aquí con ustedes”, expresó en alguna de sus intervenciones Raúl.
En el espectáculo, el artista interpretó algunas melodías clave en su carrera, tales como “Después de ti”, “Penélope” o “Somewhere in time”.
Las sorpresas en el Lunario no pararon; tras explicarle a una fan extranjera por qué considera que México es el mejor país del mundo, Di Blasio dio una vez más muestra de su cariño a este país y admiración por sus intérpretes.
Por ello deleitó a los fans con unas reversiones de canciones como “Amor eterno” y “Así fue”, temas originales de Juan Gabriel.