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jose.montoya@eluniversal.com.mx
Poco importó, tanto para el público como para el artista, que el Teatro Metropólitan no estuviera lleno. La noche del miércoles, el trompetista Arturo Sandoval, además de hacer reír a sus fans, demostró que la edad es sólo un número que no merma su capacidad de transmitir el amor y la pasión por la música.
En punto de las 20:30 horas, el multipremiado artista apareció en el escenario del recinto acompañado de cinco músicos. Sonriente, Sandoval hizo una fusión de sonidos que transitaron entre la fiesta y la melancolía.
“Muy buenas noches a todos. Gracias por seguir defendiendo esta música”, fueron las primeras palabras que le dirigió a su público.
El cubano deleitó no sólo con su trompeta, ya que incluso dejó espacio para ocupar su voz y cantarle a la audiencia, que supo agradecer el gesto con aplausos y hasta con un regalo que vino de entre alguien del público, el cual era una cruz de oro, así como dejar espacio para demostrar su experiencia frente al piano.
Sandoval lamentó que la televisión no permitiera que el jazz llegara de una forma más amplia a las nuevas generaciones. “Me duele, promueven otras cosas que no educan bien a los niños y no hacen una labor social ni educativa. Lo bueno es que en esta música que hacemos todos, no tenemos texto”, expresó.
Uno de los momentos más aplaudidos de la noche fue cuando Sandoval y sus músicos decidieron tocar por unos segundos el “Jarabe tapatío”.
Luego de casi dos horas de fusionar jazz, el músico de 68 años se retiró del escenario entre muestras de cariño.