Este martes se celebró el centenario del nacimiento de Salvador Flores Rivera , mejor conocido como Chava Flores , el cronista del pueblo. Su música retrató a miles de mexicanos que crecieron con él y que hoy siguen cantándolo. Eugenia León es una de ellas y en entrevista con EL UNIVERSAL compartió que era muy niña cuando conoció a quien llama “maestro”, gracias a su tía y abuela.
“Lo conocí como millones de mexicanos a través del cine. Él aparecía ya en los últimos tiempos del Cine de Oro , pero sus actuaciones -aunque breves- eran el pretexto para escuchar sus canciones. Por el lado familiar, mi tía Carmela nos cantaba 'Cuando la luna se pone re grandota como una pelotota y alumbra el callejón...'. Sus discos estaban en la casa de la abuela y cada vez que iba a verla ella me daba la oportunidad de poner el tornamesa y quedarme largos ratos escuchando 'Sábado Distrito Federal', 'Los pulques de Apan', 'El gato viudo', etc”.
En su repertorio musical, Chava Flores dejó casi 200 canciones . Sus ocho hijos (seis mujeres de su primer matrimonio y dos hombres del segundo) se han encargado de cuidar su legado. Eugenia, una de las intérpretes mexicanas con mayor prestigio, describió así la obra del cantante con el que tuvo la oportunidad de compartir escenario.
También lee:
“Chava Flores es por mucho el cronista musical del México proletario por varias generaciones. Las canciones de Chava confieren una mirada incisiva con un alto sentido de ironía, optimismo y sonrisa continua. Las canciones de Chava Flores tienen una combinación de ternura y sorna, se ríe de los de su barrio porque él es uno de ellos y sus vecinos lo saben, allí está su empatía con el oyente. No importa en qué época se viva, siempre habrá historias de la gente que lucha siempre y para siempre contra la pobreza, y con todo lo gris que parezca su destino genera un humor cómplice, retrata un laberinto de la soledad pero en canciones humorísticas”, compartió.
Un aguantador ante las condiciones infames
La artista pudo conocer a Chava Flores en 1980, siete años antes de la muerte del compositor (un 5 de agosto de 1987). Fue por invitación del Trío Los Morales , quienes sumados a Eugenia y Chava fueron contratados para cantar en un 15 de septiembre en Lázaro Cárdenas, Michoacán.
También lee:
“He de confesar que las condiciones del contrato eran infames, simplemente no contemplaron hotel para nosotros. Nos tuvimos que cambiar de ropa en una casa cuyos dueños piadosos nos permitieron hacerlo allí, eso hizo que la aventura fuera de lo más bizarra pero encantadora. Don Chava era educado, con muy buen sentido del humor obviamente, inteligente, dulce, un aguantador ante unas condiciones así. Terminando el concierto tuvimos que hacer tiempo hasta que amaneciera para irnos al aeropuerto, así que lo que yo recuerdo es vernos a Chava y a mí en una discoteca tomando la pista y echarnos varios tangos, la verdad que fue una aventura mágica”.
Chava murió de un paro cardiaco a los 67 años. Años antes vivió en Michoacán, pero decidió volver al entonces Distrito Federal para morir en la tierra que lo vio nacer.
nrv