El productor Luis de Llano lamenta la muerte de su amigo Armando Molina y considera que uno de los legados más importantes que dejó el músico es un par de libros que contienen valiosa información sobre bandas de rock, músicos y mucho más, que recopiló desde los 70.
“El legado más importante que deja es un par de libros, uno que habla sobre Avándaro, que es una recopilación de todo lo que sucedió en México y de lo que publicaron los periódicos y de todo el escándalo que se vivió y luego tiene otro que semanalmente mandaba información por WhatsApp, sobre la historia de todos los grupos que fueron conocidos desde los 70 hasta los 90, era como una enciclopedia”, dijo De Llano a EL UNIVERSAL.
El también escritor de libros como El orbiX comentó que fue hace algunas semanas cuando tuvo la oportunidad de hablar con su amigo, para ver la posibilidad de acercarse a una editorial y así se pudieran publicar sus libros.
“Sí lo vi muy desmejorado, es una pena perder una amigo tan cercano y tan cuate como lo fue Armando por muchos años”, indicó.
El productor corroboró la historia de que fue Molina quien se encargó en su momento de toda la contratación de las bandas que participaron en el Festival de Avándaro.
“Yo lo busqué, porque era un roquero muy conocido y tenía contacto con muchas bandas. Cuando trabajábamos justos en Avándaro, ¡los agarrones que nos dábamos con las bandas! porque teníamos un presupuesto muy bajo para el momento y estamos hablando de cuando la tecnología era muy rupestre, los grupos no tenían muchas expectativas, porque no sonaba mucho el rock en español en la radio”, explicó.
Subrayó que, aunque ambos marcaron un hito musical por la producción del festival, también vivieron momentos difíciles en los 70.
“Lo asombroso de Avándaro es que fue la primera agrupación de más de 200 mil personas y no por razones políticas, aunque desafortunadamente los periódicos nos destruyeron con titulares como, ‘Orgía en el rock’, ‘Sexo’ y muchas cosas más y los grupos de rock quedaron muy perjudicados porque empezaban a prohibir conciertos, tocadas, hasta que se volvió a reformar el rock en español”.
De Llano, reconoce que fue después del festival que convivió más con Molina.
“Cuando empezamos a hacer programas de rock en México, en Televisa, como Música futura, Sábados de rock y Súper rock en concierto, además Armando siempre estaba presente para diferentes tocadas, era una especie de mánager, no manejaba grupos, pero todos le tenían mucha confianza”.
El músico, escritor y promotor del rock mexicano, Armando Molina murió a los 73 años a causa de un paro respiratorio en su casa, ubicada en su natal Sonora, México.