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Los integrantes de Arcade Fire dejaron su alma y corazón en el escenario del Auditorio Nacional.
Luego de un par de meses de espera, los originarios de Montreal cumplieron la promesa y presentaron uno de sus dos conciertos en la Ciudad de México.
En punto de las 21:00 horas del miércoles, las luces en el interior del Coloso de Reforma disminuyeron su intensidad y de entre el público los hermanos Butler y compañía comenzaron su camino hacia al escenario.
Gritos, lágrimas, celulares y Chumel Torres —como maestro de ceremonias con un micrófono sin sonido— les dieron la bienvenida y tras unos segundos de expectación la celebración comenzó con “Everything now”, sencillo de su nuevo disco, para continuar con “Signs of life”, que fue coreada hasta la última estrofa.
Tambores, guitarras, panderos, dos baterías, un sintetizador y un violín unieron sus sonidos para hacer vibrar a cada uno de los espectadores, quienes al grito de “We are so fucking happy to be here” encendieron la fiesta que duró poco más de dos horas.
“Perdonen, mi español no es muy bueno pero quiero que sepan que un dólar de cada entrada será para ayudar a las víctimas de los terremotos”, dijo Win Butler antes de continuar el recital con “No cars go”.
Con un setlist de más de 15 canciones en el que sonaron las clásicas “Sprawl II”, “Ready to start”, “Reflektor” y “Afterlife”, Arcade Fire aseguró su recuerdo en la memoria de los mexicanos con gran interacción entre ellos y el público.
En varias ocasiones, Win Butler y compañía no dudaron en bajar de las tablas para tocar el tambor entre un mar de gente o cantar “Afterlife” entre las butaca; incluso tomó el teléfono de un afortunado y se grabó cantando.
Sin embargo tras más de 100 minutos de concierto, los músicos desaparecieron tras bambalinas y la duda comenzó a hacerse presente. “¿Ya acabó?”, se escuchaba entre las butacas rojas.
Sin embargo la intriga terminó cuando de entre el humo y las luces Régine Chassange regresó junto a sus compañeros para despedirse con un encore lleno de luces, mariachi y varias lágrimas.
“Put your money on me”, “We don’t deserve love”, “Everything now (reprised)” y “Wake up” fueron las canciones elegidas para cerrar la primera noche en el Coloso de Reforma.
“Muchas gracias, México. Hasta mañana”, dijo Win Butler con la promesa de volver nuevamente a deleitar a los mexicanos, quienes aún después de que las luces del se encendieran, continuaban eufóricos por haber presenciado el concierto, que según algunos en sus redes sociales, calificaron como “el mejor del año”.