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Es compositor, baterista, productor y amante del jazz. Ha colaborado con artistas como Herbie Hancock, Juanes, Justin Bieber y Cody Simpson & The Tide. Tiene 23 años, pero 23 muy bien vividos, como se dice en México. Adrián Cota es de esos jóvenes que encuentran su vocación desde niños y no descansan hasta profesionalizarse, cueste lo que cueste.
El precio que ha pagado ha sido alto: tuvo que dejar su natal Guasave Sinaloa a los 14 para mudarse a Los Ángeles y estudiar música en L.A. County High School for the Arts (LACHSA); aprender inglés desde cero y no dejarse intimidar por el racismo.
“Llegué a una prepa (previa a la de música) y sí me discriminaban mucho, me decían cosas feas como que ‘este mexicanito, este frijolero’”.
Sin embargo, con mucha determinación afirma que lo que lo salvó fue la música, su sueño. En cuanto entró LACHSA no sólo se sintió como pez en el agua sino que sus habilidades comenzaron a conectarlo con ese mundo soñado y con artistas de renombre; generó respeto entre sus maestros y poco después se fue de gira con Hancock. También conoció el jazz y se apasionó tanto que es base de su música actualmente.
“Para mí el jazz es como una obra de arte, puedes expresar toda tu libertad, lo que estás sintiendo. En el pop las canciones se quedan como son concebidas, pero en el jazz compones y lo demás es improvisación, se asemeja a la vida, es estar en el presente e interactuar con las cosas que escuchas”.
Tras ser parte de proyectos musicales y colaborar con distintos artistas, Adrián decidió dar el paso hacia su propia apuesta musical.
“Mucha gente cree en mí y yo creo en mí más que nadie, es invertir en algo que es propio. Le voy a estar echando todas las ganas del mundo, voy a tener libertad de hacer música con las personas que yo quiera en el mundo”.
Recientemente el músico visitó México, donde ofreció un showcase. En próximas fechas lanzará su primer sencillo y posteriormente un disco que sonará a jazz pero también a R&B, soul y demás sonidos latinos.
Aunque Adrián se fue para conseguir su sueño, no descarta volver al país y hacer algo aquí, en su tierra. “Me encantaría volver a y abrir escuelas de música”.