cesar.huerta@eluniversal.com.mx
Fue la noche de Alex. Si pedía a sus seguidores que hicieran la ola con el brazo extendido y los dedos con la “V” de la victoria, la banda obedecía.
Si solicitaba seguirlo con palmas para “Tierra en llamas”, le respondían con fuerza.
Si del público le gritaban “¡gacho!”, él sonreía.
Si jugaba con una máscara de Donald Trump, recibía ovaciones.
De pie o sentados, los fans andaban con playeras negras y la leyenda “Hasta que el cuerpo aguante”, y algunos otros luciendo la playera de los 50 años con un Alex en blanco y negro y el número en dorado.
Otros se divertían aventando un condón como globo.
“Sería una estupidez que no cantaramos eso de ‘Mexicanos al grito de guerra’”, pidió iniciando el Himno Nacional, seguido por los asistentes.
Fue pues el reino de Lora por más de cuatro horas en el Palacio de los Deportes en el que Armando Manzanero y Panteón Rococó lo acompañaron en algún momento.
“El compositor más chingón romántico de México y el mundo”, presentó a Manzanero para hacer dueto en “Quién da un peso por mis sueños” y “Triste canción”, ambas sólo con piano.
“¡Los compositores de México, sus hermanos, quieren rendirle un homenaje!”, dijo después Manzanero, líder de sus colegas, durante la entrega de un reconocimiento especial al roquero.
De acuerdo con cifras de los organizadores, 20 mil personas asistieron, mismos que vieron una máscara de Donald Trump en las manos de Lora, a la cual el músico le mandó recuerdos familiares.
Algunos gritaron cuando en “San Juanico” apareció un performance de dos personas con llamas y una fuerte “explosión” que recordó las gaseras estallando el 19 de noviembre de 1984.
“Estos que andan filmando (el concierto) lo andan pasando en redes para que lo vea todo el mundo, que no digan que a los chilangos les faltan...”, bromeó antes de “Niño sin amor”.
A “Metro Balderas”, le siguió unos versos de la ranchera “La vida no vale nada”, “México lindo y querido” y “Cielito lindo” en estilo roquero.
De Zacatecas, Veracruz, Yucatán y Sonora llegaron sus feligreses. De España arribó Cirilo con quien interpretó “Mente roquera”, rola con la que cientos brincaron desde su lugar, haciendo vibrar los niveles superiores del Domo.
Títulos como “Nostalgia”, “La raza más chida”, “Pobre soñador” y “Chavo de onda”, esta última reservada para Panteón Rococó, integraron la lista de canciones ejecutadas a lo largo de la noche.
“¿Están felices niños?”, preguntaba frecuentemente Lora, recibiendo un “¡sí!” como respuesta entre las sombras de las butacas.
Hasta las 23:00 horas de ayer aún se esperaba la aparición de Andrés Calamaro y la Sonora Santanera con los que El Tri cantaría “No nos molestes” y “La boa”, entre otras.
Gran cierre
De Andrés Calamaro a la Sinfónica Esperanza Azteca; de la Sonora Santanera al coro de la Basílica de Guadalupe, todo en hora y media.
Así El Tri , de Alex Lora, cerró su concierto de seis horas en el Palacio de los Deportes para conmemorar su primer medio siglo de vida.
“¡Qué honor!, ¡qué privilegio de compartir 50 años de rocanrol, ¡viva México!, todo el amor, gracias!”, dijo Calamaro durante su participación que incluyó las canciones “Alta suciedad” y “Cásate o muérete”.
El cantante quiso dar un mensaje recordando cuando visitó por vez primera México, pero chiflidos y algunos abucheos hicieron que fuera rápido.
Al final era la noche de Lora, quien contó con varios invitados, la mayoría limitándose a cantar y salir sin decir algo más.
“Cuando comencé a rocanrolear no dije voy a estar 50 años y festejar en el Palacio, ¡pero aquí estamos y lo que le falta!”, exclamó Lora en algún momento.
Cuando Gil Rivera arribó para cantar “Ave María” muchos comenzaron a reprobarlo, pero se calmaron cuando entendieron que era el preámbulo del Tri para interpretar con la sinfónica letras como las de “Cuando tu no estás” y “Virgen morena”.
La Sonora Santanera
con “La boa” levantó al público y “Las piedras rodantes” fue de las más coreadas de la ya joven madrugada de hoy.
rad