El museo Ripley’s Believe It or Not! negó el jueves que Kim Kardashian dañara el emblemático vestido que Marilyn Monroe usó para cantar “Happy Birthday”.
ChadMichael Morrisette, propiteario de una empresa de suministro de maniquíes y que alguna vez manipuló el entallado y brillante vestido que usó brevemente Kardashian en la Gala del Me t, dijo que había observado daños recientes a la pieza cubierta de cristales cuando fue a verlo en el local del museo en Los Ángeles.
Morrisette compartió fotografías que tomó el 12 de junio del vestido de 60 años con un amigo y coleccionista de objetos de Monroe, quien causó revuelo al publicar imágenes del antes y el después en redes sociales.
“Me entristece. Me quedé sin lágrimas”, dijo Morrisette a The Associated Press.
Kardashian se cambió para usar una réplica del vestido después de subir por la escalinata del Museo Metropolitano de Arte el 2 de mayo. Usó el vestido original de color crudo sólo unos minutos.
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Ripley’s compró el vestido por 4,8 millones de dólares en 2016 en una subasta. Morrisette dijo que fue contratado para montar objetos que pertenecieron a Monroe que incluían el vestido que lució en 1962 para cantarle al entonces presidente John F. Kennedy por su cumpleaños 45.
“Desde la parte inferior de los escalones del Met, donde Kim se puso el vestido, a la parte superior donde fue devuelto, el vestido estaba en la misma condición en la que comenzó”, dijo la vicepresidenta de cesión de derechos y publicación de Ripley’s Amanda Joiner, en un comunicado.
Joiner estaba con el vestido el día de la gala y durante su transportación desde Orlando, Florida, donde fue exhibido por última vez, hacia Nueva York, según Ripley’s.
Las fotos del vestido que tomó Morrisette, junto con imágenes previas a la gala del Met desataron críticas en redes sociales que señalaban que a Kardashian no debieron permitirle ponerse una pieza tan delicada y de tal valor histórico. El vestido está hecho con una tela inflamable que ya no se vende.
AP.
Morrisette dijo que se sorprendió al ver el estado en el que se encontraba. Dijo que vio la tela estirada en la parte del cierre trasero y de los ganchos para cerrarlo con nuevos cristales faltantes.
También dijo que parecía que los tirantes estaban estirados. Señaló que ese nivel de daño no estaba presente en las más de diez ocasiones que ha visto al vestido a lo largo de los años.
Poco después de la gala Ripley’s dijo que se cuidó la manipulación del vestido y no se permitió alterarlo. Kardashian llevaba un abrigo que le tapaba la parte trasera, lo que llevó a conjeturas de que no llevaba el cierre cerrado.
De acuerdo con un reporte de Ripley’s, escrito sobre el estado del vestido a comienzos de 2017, “varias de las costuras están estiradas y desgastadas. No es sorprendente por lo delicado que es el material. Hay fruncimientos en la parte trasera por los ganchos y los ojales”, entre otros daños detectados.
El vestido, adornado con más de 2 mil 500 cristales, fue hecho a la medida para Monroe. Estaba basado en un boceto del diseñador Bob Mackie, quien trabajaba para el modisto Jean Louis en ese entonces. Era tan entallado que Monroe requirió que se lo cosieran cuando ya lo tenía puesto.
Al preguntarle sobre la reacción de Kardashian a la controversia por el daño, un representante de la estrella envió el comunicado de Ripley’s sin dar comentarios adicionales.
Ripley’s dijo que le permitió a Kardashian usar el vestido para mantener vivo el legado de Monroe.
“Nuestra misión es entretener y educar a los visitantes y fans, y desatar conversaciones como el discurso sobre el vestido de Marilyn Monroe hace justo eso”, dijo la empresa. “Sin importar de qué lado del se esté, la importancia histórica del vestido no ha sido negada, sino más bien subrayada. Un nuevo grupo completo de jóvenes han sido introducido ahora al legado de Marilyn Monroe”.
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