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“¿Están listos para Muse?”, gritó Daniela Villarreal de la banda The Warning, antes de tocar la última canción de su concierto de apertura. “Quiero que se escuche hasta allá atrás México, ¿están listos para Muse?”, repitió la cantante, y el público respondió con una bulla envolvente.
La euforia comenzó, y las regiomontanas dieron paso a que Muse apareciera en el escenario del Foro Sol.
Las luces de los celulares se prendieron para filmar, todos se pusieron de pie.
Con su características máscaras Matt Bellamy, Chris Wolstenholme, y Dominic Howard tocaron la primera canción que puso a bailar a todos los asistentes.
“¡Buenas noches Ciudad de México!”, gritó Bellamy.
Se iluminó de azul el escenario, y las máscaras quedaron atrás, una guitarra agresiva anunció “Hysteria”, uno de los más grandes éxitos de la banda británica, que cerró con el solo de Bellamy quien portaba consigo su guitarra Jackson negra.
Con el tema “Psycho”, Bellamy y compañía retiraron las chamarras, el vocalista más suelto comenzó a bailar por todo el escenario ante el salto al ritmo del bombo y el bajo del público, que acompañó con las palmas.
La voz dramática de tenor de Bellamy fue acompañada por los fans, que sabían de memoria cada una de las canciones.
“¡Muchas gracias!”, gritó Matt intentando hablar en español.
El tono de ópera contrastaba con los riffs agresivos de la guitarra, y cuando Matt caminaba en el pasillo dispuesto en medio de la zona del público más cercana al escenario una figura inflamable apareció detrás de la banda, lució imponente, pese a tratarse de un escenario secundario al que suelen utilizar en la mayoría de sus presentaciones. Al tiempo que interpretaban “Stockholm syndrome”.
Las cabelleras largas se movían en todos sentidos, apenas 10 canciones bastaron para que la gente estuviera completamente inmersa en los sonidos por momentos metaleros, y en otros mucho más psicodélicos.
El concierto aumentó de tono con la guitarra en los tonos más grunge del concierto, provocando que Matt Bellamy azotara su instrumento contra el escenario haciendo valer su récord Guinness de más guitarras destrozadas en una gira, con 140.
El público aplaudió la acción del vocalista, y pronto ya tenía consigo una nueva guitarra, para interpretar la progresiva “Compliance”.
En el punto más alto del coro papeles salieron de lo alto del escenario, enmarcando uno de los momentos que la gente más disfrutó, demostrándolo con un grito electrizante.
Matt caminó nuevamente en el pasillo cuando la gente coreaba “Caught contagion”, y el simi peluche apareció, el guitarrista lo colocó frente a una de las cámaras, para mover la mano del muñeco a modo de saludo.
“Uprising” puso a todos a cantar; el tema se entonó con aire de nostalgia, e hizo recordar cuando Muse comenzó a situarse entre las grandes bandas.
“¡Ciudad de México!”, de nuevo gritó Matt, al cerrar con “Starlight”, de los temas finales.
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