El cineasta Carlos Saura decía que el cine siempre estaría vivo, aunque lo que cambiara fueran las técnicas para hacerlo.
Estaba seguro que alguien con una cámara y pocas personas podía hacer una buena película, pero también que la llegada de las plataformas digitales era peligroso, porque ellas podrían dictar qué ver en la pantalla.
“Otro insulto que hay en todas las televisiones del mundo entero es el corte de las películas por publicidad, me parece que es una catástrofe, yo no sé cómo no protestamos todos y hacemos una especie de ley en la que la publicidad vaya al principio o al final", señaló hace dos años en el marco del Festival Internacional de Cine en Guadalajara.
En 2021 estuvo en la Perla Tapatía para presentar "El rey de todo el mundo", cinta rodada en la entidad previo a la pandemia, contando con el bailarín Isaac Hernández y la veracruzana Ana de la Reguera, como parte de su elenco.
Hoy el director de "Cría cuervos" y "Carmen", considerado uno de los directores más solventes del orbe, falleció a los 91 años de edad.
Ha sido uno de los directores en activo más longevos en la historia del cine. Tan sólo durante 2022 terminó el documental "Las paredes hablan", abordando lo que es el arte.
“Descansa en paz, gracias por tantísimo. Te quiero siempre”, escribió su hija Anna Saura, en su cuenta de instagram.
De la Reguera reaccionó tan pronto supo de la noticia.
“Fue un honor trabajar con una leyenda como tu papá. Te abrazo fuerte”, contestó la mexicana, subiendo una foto de ella y el cineasta español sonriendo.
Saura tuvo en sus vitrinas premios como el BAFTA a Mejor Película en Lengua Extranjera por Carmen, que también ganó en Cannes y tres Osos de Oro de Berlín por "La caza", "Peppermint Frappé" y "Deprisa, deprisa", además del Goya español honorario.
"El rey de todo el mundo", que cuenta con la participación del cantante Carlos Rivera , anda ahora recorriendo festivales, esperando llegar a salas mexicanas en algún momento.
Saura tenía como una de sus políticas el jamás contar la historia de algún guión que preparaba o que estuviera filmando. Siempre optó porque la cinta se defendiera y contara por sí sola.
“Deben verla terminada (el público) y entonces hablar. El cine es un placer”, decía.
Una insuficiencia respiratoria puso fin a su vida que contabilizó siete décadas de carrera.
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