La banda colombiana Morat pasó de tocar hace siete años por primera vez en la Ciudad de México, en el Plaza Condesa, a lidiar con los temas logísticos de una gira por distintos países que cierra este fin de semana, con tres fechas en el Estadio GNP.
Esto, en perspectiva, lo ven como una enseñanza, y les ha ayudado a volverse conscientes de todo lo que se necesita para lograr una gira con la magnitud de llenar tres estadios en la Ciudad de México.
“Sentimos que no nos saltamos ningún paso por más que fue muy acelerado, tocamos en todos los lugares que teníamos que tocar antes de llegar aquí”, asegura Simón Vargas.
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Durante la gira, la banda ha visitado países como Argentina y Guatemala y, ahora, cerrará en México.
Por su paso por Latinoamérica -confiesan- se han enfrentado a algunos percances que en la época que ofrecían un show para 300 personas no se imaginaban que fueran a enfrentar.
“Una de las pantallas en nuestro show se prendió fuego, se nos quemó un telón con el que viajamos dentro de su caja, se fue la luz en Guatemala una hora antes del concierto. Cosas con las que nunca nos habíamos enfrentado. Nos dimos cuenta de la importancia de tener un equipo fuerte; esto no sería posible sin ellos”, contó Juan Pablo Isaza.
Sin embargo, entre todos esos retos y complicaciones con los que se ha encontrado la banda a lo largo de toda la gira, el más grande es este fin de semana al tocar tres fechas en el Estadio GNP, esto debido a que el público mexicano es el más importante para la banda colombiana.
“Fue cuando vinimos a México que realmente vimos que nuestra carrera había despegado, por eso inmortalizar este concierto, por eso cerrar la gira aquí en México. La Ciudad de México es la ciudad en la que más hemos tocado de todas”, aseguró Martín Vargas.
Y ahora, después de cumplir la meta de tocar en un estadio para 65 mil personas, ya se preguntan qué es lo que sigue después de cumplir su sueño más grande.
“Cada concierto es un sueño cumplido. Este fin de semana es el último sueño, y ahora nos deja pensando qué hacemos ahora. Nos damos cuenta de que queremos hacer esto en más países. Por ejemplo, en Canadá no podemos hacer un estadio. El sueño es ampliar ese umbral y que muchos otros territorios quepan”, detalló Simón Vargas.
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Pero más importante que internacionalizar aún más su música, es ser mejores a nivel personal.
“El sueño presente es permanecer en la música, permanecer en el gusto del público y ser mejores, no más grandes en cuanto a convocatoria, sino mejores personalmente”, dijo Juan Pablo Villamil.
Y también, si es posible, lograr que otras bandas se inspiren a hacer lo que ellos.
“Ojalá otras bandas se animen a hacer esto. Estamos convencidos de que los mejores conciertos los dan las bandas, y que también nos demos cuenta de que hay bandas, también hay música latina de rock, no solo es música urbana, no solo es música para bailar”, concluyó Simón Vargas.
melc