La simpatía de Mario Moreno "Cantinflas" se conjugó a la perfección con la belleza de Miroslava Stern, la rubia actriz nacida en Checoslovaquia y el histrión mexicano encantaron fueron pareja en la pantalla grande, cuando protagonizaron la película "¡A volar joven!", de 1947.
Quizá ese amor que mostraron en la historia dirigida por Miguel M. Delgado provocaría que años después, tras el suicidio de la actriz, se culpara a Cantinflas de la trágica decisión de Miroslava, que además de encantar por su talento actoral, enamoró con su singular belleza que era elogiada por la prensa de la época.
A pesar de que Miroslava murió a los 29 años, logró participar en más de 25 películas, su belleza no pasó desapercibida en la prensa de la época, EL UNIVERSAL registró lo que se decía de ella en los años 40: "Miroslava es la perfecta comunión de la disciplina estética y la belleza pura. No es una mina de oro, es una legítima perla de un mar en que pocas navegan" , opinó el poeta y periodista mexicano Efraín Huerta.
En la película que Cantinflas protagonizó con Miroslava, se terminan casando sin querer, al principio de la historia, María, encarnada por Miroslava es una mujer insegura por su "poca belleza", su padre, interpretado por el actor Andrés Soler convence, y casi obliga a Cantinflas a que se case con su hija, quien hasta antes de casarse mostraba pocas ganas de vivir.
El matrimonio se realiza a pesar de todo, y después de la noche de bodas algo pasa con María, deja de ser "la mujer fea" ante la sorpresa de su ahora nuevo esposo que vive divertidas aventuras como integrante de la Fuerza Aérea Mexicana.
En la escena final de la película, Cantinflas y Miroslava se besan en un cine ya como marido y mujer.
Jacobo Zabludovsky aseguró que la actriz Miroslava Stern se había suicidado porque estaba muy enamorada de Mario Moreno “Cantinflas”, y afirmó que contaba con una carta como prueba, lo dicho por el periodista contrasta con la cobertura que EL UNIVERSAL le dio al suicido de la actriz en 1955, el cual habría sido motivado por una decepción amorosa, pero no por el cómico mexicano.
“Ella se enamoró mucho de Cantinflas y confiaba en que dejaría a Valentina, pero llegados ya a un punto de quiebre, Cantinflas le dijo en una carta a Miroslava que él jamás dejaría a Valentina, que no se hiciera ilusiones. Conozco al que le llevó la carta, vive… no quiero revelar su nombre en este momento. Al día siguiente la encontraron muerta”, contó Zabludovsky en 2014.
Lo que EL UNIVERSAL informó hace 69 años, fue que la actriz se quitó la vida en la recámara de su habitación, su cuerpo fue encontrado sin vida 30 horas después, y en una mano sostenía la foto de su amado, el torero Luis Miguel Dominguín, y en la otra tres cartas.
Oscar Stern, su padre, explicó que su hija ya había tratado de quitarse la vida cuando tenía 17 años y estaba en un internado en Nueva York; la actriz padecía de psicosis de la que nunca fue posible curarla, y por temporadas sufría depresiones tan intensas, que era necesario darle tratamientos especiales.
Dos de las tres cartas con las que fue encontrada Miroslava estaban escritas en checo, una estaba dirigida a su papá y la otra a su hermano. La tercera era para el licenciado Eduardo Lucio, en ella, Stern detallaba sus deudas económicas y cómo debían pagarse sin involucrar a terceros.
Mario Moreno "Cantinflas" consideraba a Miroslava como una gran amiga, cuando trabajaron juntos él estaba casado con la rusa Valentina Ivanova Zuvareff, entre ellos no existió un romance, lo que sí ocurrió con Luis Miguel Dominguín meses antes del suicidio de Miroslava, quien se habría decepcionado al enterarse que el torero se había casado días antes en Las Vegas con la actriz italiana Lucía Bosé.
Tal noticia provocó la desesperación de Miroslava, quien ingirió barbitúricos para quitarse la vida el 9 de marzo de 1955.
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