Antes de “La Casa del Dragón” Milly Alcock era una completa desconocida para muchos. Si bien ya había integrado varios elencos, lo cierto es que con esta serie en particular saltó a la fama internacional. “Wonderland” o “Upright” fueron algunas de las series australinas con las que comenzó a abrirse su paso.
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Sin duda, su personaje como la princesa Rhaenyra Targaryen en su juventud se volvieron pronto uno de los más queridos. Desde que Milly Alcock confirmó que había quedado seleccionada en el casting de la esperada precuela de “Juegos de Tronos” su imagen comenzó a crecer. Sin embargo, su participación tuvo gusto a poco.
Al promediar la temporada de “La Casa del Dragón” un nuevo salto temporal llevó a que fuera reemplazada por Emma D´Arcy. Y si bien esto estaba previsto desde un inicio lo cierto es que los fanáticos no han podido olvidar. Esto le ha permitido no solo volverse muy conocida, sino que además la ha llevado a desarrollar otra faceta en su vida.
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Tras su fichaje para la serie de HBO Max , la vida de Alcock dio un giro de 180º. La actriz terminó renunciando al trabajo de lavadora de platos que realizaba en un restaurante y pasó a ser la revelación de la pantalla chica. Gracias a su talento ahora también tiene nuevos horizontes laborales.
Es que desde su paso por “La Casa del Dragón” no paran de llamarla de las principales casas de modas. Todos quieren que se sume a sus desfiles y que promocione sus productos. Incluso en los últimos tiempos ha sido la invitada de honor de varios desfiles de alta costura. Louis Vuitton, Bulgari y Prada son algunas de las casas más famosas que la han convocado.
Y si bien a Milly Alcock le gusta mantener un bajo perfil lo cierto es que cada vez se la hace más cuesta arriba. Ella trata de usar lo menos que puede en sus redes sociales, sin embargo, no puede evitar tener que firmar autógrafos a cada lugar al que asiste.