Se dice que los millennial, al haber nacido en un mundo tan distinto y luego transicionar a otro, digital e hiperconectado, tienen una capacidad única para adaptarse.

Y eso quedó demostrado ayer en la primera jornada del , enfocado en esta generación, cuyo cartel prometía a Enrique Iglesias como el artista estelar.

Los asistentes no sólo sortearon los costos de un festival en un momento económico complicado para muchos, sino que además afrontaron contratiempos imprevistos, como una granizada y, el que más les afectó, la cancelación del cantante español por neumonía.

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“Tenía que estar aquí. Es muy especial revivir canciones de mi secundaria. No importa lo complejo que pueda ser para nosotros, que ya no nos compran boletos”, dijo una de las asistentes de nombre Karla, quien está en su tercera década de vida.

La incertidumbre inicial, que auguraba un mal pronóstico, se desvaneció en el transcurso del día, a medida que mejoró el clima, no sólo literalmente, sino de forma simbólica.

Eso quedó claro a las 22:00 horas con la aparición en el escenario principal de las estrellas del 90’s Pop Tour: Kabah, Magneto, Caló, JNS, The Sacados y Litzy, que ocuparon el lugar de Enrique Iglesias.

Los ídolos de la niñez y juventud de muchos de los asistentes anunciaron por la tarde que sustituirían de emergencia al cantante español, algo que significó un bálsamo para algunos que se sentían decepcionados.

Foto: Germán Espinosa
Foto: Germán Espinosa

Aunque de inicio no llenaron por el empalme con el show que ofrecieron The Chainsmokers en un escenario contiguo, pusieron a bailar a todos al ritmo de sus mejores coreografías.

JNS, Kabah, The Sacados y Litzy, juntos, fueron quienes prendieron en el arranque con pop puro y duro, que por momentos sonaba a rap, por los ritmos de otros músicos como Caló, cuyos bajos provocaron brincos en todas las zonas.

Por momento, la improvisación fue notoria debido a fallas en el audio, pero el público respaldó el esfuerzo de las bandas: cuando el sonido no era claro, la gente aumentaba la intensidad coreando, demostrando así su agradecimiento.

El ambiente mejoró aún más con las coreografías que lucían en los trajes de los músicos, primero en color rojo brillante, y al transcurrir sólo tres canciones, de color dorado, a excepción del vocalista de Caló, Claudio Yarto, quien permaneció de negro.

Con los temas noventeros de fondo, el público de otros escenarios comenzó a correr hacia el principal, mientras coreaban temas como “Eternamente” (Sentidos Opuestos), “Sugar, sugar” y “Mira, mira, mira” (ambos de Magneto).

“Esta noche vamos a vivir el ritmo de los 90, esta noche vamos a vivir el ritmo de la noche”, dijo Darío Moscatelli, antes de interpretar dicha canción clasica de The Sacados.

La velada continuó en una fiesta de recuerdos que apeló a las memorias de la juventud de los asistentes que, más tarde, pasada la medianoche, verían a Danna Paola, quien también llegó de manera emergente, pese a realizar otro show en Puebla.

Belinda encanta a sus fans

Otra dosis de nostalgia se vivió una hora antes con la cantante Belinda, quien se presentó en un escenario contiguo.

Con un atuendo brillante en color rojo, que dejaba ver su abdomen y acompañada por alrededor de 10 bailarinas, mostró su sensualidad, contrastada con temas de su infancia.

“Lo que nos motivó a venir fue Enrique Iglesias, pero nos mandó a la chin..., ahora quiero sólo escuchar el ‘Sapito’ y ver la belleza de Belinda”, dijo otro asistente, de nombre Yael.

Lo consiguó. “Sapito” y “Cómplices al rescate” fueron temas que la artista interpretó en su faceta infantil, mismas que eligió para comenzar su show, además de “Ni Freud, ni tu mama”, que le valió la primera ovación de la noche.

Belinda y Moderatto, Foto: Germán Espinosa
Belinda y Moderatto, Foto: Germán Espinosa

“¡Beli, beli, beli”, se escuchó en el segundo escenario: “Los amo, los amo de verdad”, dijo ella antes de presentar al primer invitado de la noche: Jay de la Cueva.

“Si tú no estás dame una razón para no morir lento”, fue el coro que prendió a todos los que aplaudieron al cantante de Moderatto, quien pese al frío decidió salir sin camisa, lo que motivó a que otros se deshicieran de sus chamarra y algunos hasta sus playeras, ignorando las bajas temperaturas

Después de siete canciones, mientras sonaba “Egoísta”´, el público siguió llegando al escenario. Fue tanto el hacinamiento que muchos comenzaron a quejarse incluso de robos de sus celulares.

Pero el ambiente en el escenario y el performance de Belinda, con bailes y coreografías, hipnotizaron al público al grado de olvidar por un momento esa situación, influenciados también por la cerveza.

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Soportan granizada

Por la tarde, la habían pasado mal, cuando comenzaron a llegar a las inmediaciones del Autódromo Hermanos Rodríguez en medio de una granizada.

Muchos cantaron bajo la lluvia en los conciertos de Michelle Maciel y Rayben, algo que no detuvo a las abridoras.

Entonces el sol comenzó a salir y eso puso a tono a muchos que acudieron con shorts, faldas, playeras y blusas de colores llamativos. El Tecate Emblema, con apenas dos ediciones, amenizó así con una generación capaz de adaptarse, reinventarse y, sobre todo, disfrutar. A pesar de las dificultades, con nostalgia y contra contratiempos.

Foto: Germán Espinosa
Foto: Germán Espinosa
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