Cuando era pequeña, el juego favorito de Michelle Garza Cervera era hacer casas de terror junto con sus amigas, con quienes se asustaba era algo raro que la construcción y la ficción le llamaran, pues siendo hija de dos diseñadores industriales, desde temprana edad fue llevada a exposiciones y al cine casi cada fin de semana.

“Y mucho tenía que ver con la fantasía, con otros mundos, con la ciencia ficción y siempre tuve tendencia también hacia lo oscuro por algún motivo”, recuerda.

“Desde muy chiquita también escribía historias, creo fue la manera en que encontré para expresarme”, agrega.

Ayer su ópera prima “Huesera”, cinta de género que estrenó en febrero pasado, se convirtió en la más reconocida por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas al obtener 17 nominaciones al premio Ariel, entre ellas Película, Dirección, Actriz  y Guión.

“Huesera”, que contabilizó 700 mil espectadores, cuenta la vida de una  mujer embarazada (Natalia Solián) quien comienza a tener la visita de una extraña presencia.

“Me gustaba mucho el metal y el punk desde chiquita y siempre como que le parecía raro a la gente, pero las dos cosas junto con el terror, era lo que me gustaba.

“Pero si alguien me decía que no era así, yo tenía amigos del punk desde pequeñas, así que tenía una red de apoyo que me decía que sí”, recuerda.

Michelle estudió en el Centro de Capacitación Cinematográfica donde también era la rara por gustarle el horror y estar tatuada. De hecho sentía que, para los demás, a ella le gustaba hacer algo de menor calidad.

“Y en cierto sentido eso me hizo estar cómoda, porque yo no entraba en esas competencias intelectuales. Ahora ya varios están viendo que el horror sirve para contar cosas profundas, como en Huesera, el miedo que genera la maternidad y es tema tabú”,considera.

Una de las películas que forma parte de sus favoritas es “El inquilino”, de Roman Polanski, la cual vio decenas de veces porque la obsesionó.

Los peculiares sueños de Michelle Garza Cervera

¿Y duerme bien? Si, pero cuando tiene pesadillas las tiene potenciadas. Por ejemplo puede ver serpientes que entran a su cuarto por la ventana, cabezas cortadas u ojos que la ven desde una esquina.

“Una vez, de niña, escuché soñando a mi padre llorando por la muerte de mi madre y fue loquísimo. Desperté y todos estaba oscuro y mis papás durmiendo. Mis pesadillas son hiperreales”, apunta.

Contra lo que pudiera pensarse, no cree en fantasmas, pero si en las intenciones malas de las personas que permean todo.

“Si comprobara que hay algo sobrenatural, creo que ahí si ya jamás podría dormir”, comenta.

“Huesera” es hasta ahora es la tercera cinta mexicana más vista del año, detrás de “Infelices para siempre” y “¡Que viva México!”.

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