Tener a su lado a una figura como Erik Rubín, cuya trayectoria en la música es de más de 40 años, le ha servido a su hija mayor, Mía, para recibir de primera fuente todas las enseñanzas que pudiera necesitar ahora que busca hacerse de un nombre en la industria.
El manejo del ego y la importancia de tener humildad en su camino como artista, por ejemplo, son temas que ha aprendido de su padre y que están presentes en su primer EP titulado “Nunca más”.
“En la canción ‘Diablo’ hablamos del ego, de cómo cuando perseguimos un objetivo en la vida, una meta en particular, nosotros podemos ser nuestro propio diablo con nuestro ego, perdiendo con ello la verdadera motivación que nos impulsaba a ir por esa meta”, detalla la joven de 19 años en entrevista con EL UNIVERSAL.
“(Mi padre) me ha enseñado a persistir, seguir tus sueños, disfrutar los procesos... mantener los pies en la tierra y como persona esa amabilidad, el respeto que se debe de tener, y ser conscientes de que no se podría hacer nada sin un equipo detrás”, añade Mía.
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Además de la parte vocal, en “Nunca más” Rubín es coautora junto a su padre de los seis temas que integran el EP, en el que explora en sonidos como el bolero, con instrumentos como guitarras, trompetas y piano, mezclados con los ritmos más actuales del trap.
Sin embargo la exparticipante del programa de concursos Juego de voces, e hija de la conductora Andrea Legarreta, asegura que para su próxima música buscará diversificarse.
“La gente esperaba un concepto pop mío, ya vendrá más adelante”, apunta.
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“Quiero darles lo que ellos esperan de mí, pero seguirá el bolero trap, quiero ser una artista versátil y darle matices a la audiencia, no permanecer ni ser una artista de un solo público”.