“Mi papá era y fue uno de los críticos más grandes que tuve en mi carrera, siempre, desde el principio”, así recuerda Alejandro Fernández su trayectoria artística con una leyenda de la música comoVicente Fernández, su padre, a su lado.
“Siempre estaba al pendiente, atrás de bambalinas viendo cómo hablaba, qué decía, cómo cantaba, si me desafinaba o no, siempre fue y se lo agradezco muchísimo porque aprendí tantísimo de él”, dice Alejandro a EL UNIVERSAL.
Hoy, el Charro de Huentitán, como es conocido Chente, se encuentra hospitalizado en Guadalajara y en terapia intensiva con una sonda de alimentación, después de que a principios de mes sufriera una caída en el rancho Los Tres Potrillos. Al respecto, Alejandro está agradecido tanto con los medios de comunicación como con los fans de su padre, familia y amigos que le han enviado mensajes de ánimo y oraciones por la pronta recuperación del cantante de 81 años.
“Aprovecho para darles las gracias y que nos sigamos uniendo en oración, todavía le hace falta. Va a ser un proceso bastante largo, complicado, y lo interesante es que él está echándole muchísimas ganas y aparentemente son avances pequeños pero los doctores tienen mucha fe de que todo va a salir muy bien”.
El intérprete de “Me dediqué a perderte” sabe que el show debe continuar y ese ha sido uno de los aprendizajes que le dio su papá.