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Gerardo Quiroz tenía 11 años y ya quería ser como Tony Manero, el protagonista de la película más popular de 1977 y 78, "Fiebre de sábado por la noche"; Irán Castillo, unos meses de nacida pero toda esa música que escuchaban a su alrededor formaría parte del playlist de su vida.
El productor vio por primera vez la película de John Travolta y se enamoró del porte y la galanura de ese joven vendedor que sueña con ganar un campeonato de baile. La actriz veracruzana quedó cautivada tiempo después con la nobleza y la tenacidad de Karen Lynn Gorney, quien interpretaba a otra bailarina, Stephanie Mangano.
Quiroz reconoció a su Stephanie hace unas semanas, a finales de 2019. Irán Castillo tenía las cualidades perfectas para protagonizar este nostálgico musical que se estrena a mediados de febrero en el teatro Centenario Coyoacán.
“Me entusiasma muchísimo interpretar a Stephanie porque me remonta un poco a mi infancia, en especial las escenas de baile y la música de los Bee Gees”, cuenta la actriz de 43 años, quien ya alista sus movimientos sobre el escenario.
Irán considera que la principal discrepancia con la protagonista de este musical es que ella quiere pertenecer a un mundo del que no forma parte, lo que la lleva a ser engreída: “Se da sus aires de grandeza y ese es un comportamiento que no va con mi personalidad aunque, al final, tiene un corazón muy noble”.
El montaje requerirá de 25 artistas en escena que acompañarán a los personajes principales.
Será la primera vez que el toluqueño experimente en el teatro musical pero se siente listo.
Le emociona el reto porque, además de hacer reír, tiene una faceta poco conocida como cantante.
“Estudié actuación en Estados Unidos y también tuve una banda en Toluca, en realidad siempre he cantado, pero es algo que la gente no sabe; de hecho mis shows son mitad comedia y mitad conciertos”.
El actor se está preparando, estudia dos o tres horas diarias y hace ejercicio. De la década de los 70 recuerda no haber sido muy fanático de la música disco, pero valora todo lo que aportó. “La película es un parteaguas en el baile, es la presentación de una generación y yo conozco todas las canciones”.
El candidato para interpretar al codiciado Tony Manero es el actor Raúl Coronado, quien para convertirse en Tony se está preparando no sólo vocalmente sino también físicamente.
Recrean la nostalgia
El equipo de arte está conformado por exparticipantes de la misma puesta en escena que ya se montó en México hace 17 años.
El coreógrafo Memo Téllez interpretó al Capitán de baile y esta vez coordina una docena de coreografías, que en su mayoría serán bailes en pareja.
Jaime Rojas hizo a Monty, el DJ, y ahora se encarga de la dirección escénica. Lilia Sixtos realizó la traducción y dirección del montaje, hoy es responsable de la dirección artística. Ella considera que el mayor reto de traer nuevamente los 70 es darle dimensión a temas que fueron difíciles para la juventud de entonces.
Gerardo Quiroz detalla el escenario: será “mixto e híbrido”, es decir, habrá partes digitales con distintas proyecciones y otras corpóreas; los personajes entrarán a escena en coches automatizados.
“Hay valores que se han perdido musicalmente, por ejemplo, los Bee Gees que son prácticamente los autores del playlist de toda esta puesta en escena, sin duda tiene una riqueza musical extraordinaria”, considera el productor.