Alexis Arroyo, el joven con ceguera que hace chistes sobre su condición bajo el apodo Ojitos de huevo, reprueba los nuevos tiempos de corrección política, en la que no se puede bromear con nada.
El standupero, junto con su amigo y colega Kike Vázquez, quien tiene parálisis cerebral, brincaron el año pasado al streaming protagonizando la serie titulada como su sobrenombre, que cuenta cómo dos jóvenes llegan a la Ciudad de México para cumplir su sueño.
Según adelantó Arroyo, la segunda temporada de la serie, de la que recién terminaron rodaje, vendrá recargada.
“Habrá más amor, más ceguera, más parálisis, más mota y más comedia, vamos a pisar muchos callos. No podemos hablar tanto porque yo sí ‘vi’ la letra chiquita de los contratos y soy ciego, no pend…”, dice brevemente, de buen humor.
“Vivimos en una época de corrección política, todo el mundo se asusta por todo, pareciera que no se puede hacer chiste de nada y venimos nosotros a mostrar que sí se puede y que es más sano hacer un chiste que rasgarse las vestiduras. Nosotros no nos burlamos de nadie, al contrario, Ojitos de huevo invita a reírte de nuestra cotidianidad”.
Recién la producción fue galardonada en la primera edición de los Premios Aura, que premian a lo mejor de las series en español, llevándose las categorías de Serie de comedia y la de Mayor impacto.
“De repente a las personas con discapacidad nos cag… un poco que las personas nos vean como inspiración, porque no lo somos, pero sí creo que la inspiración viene no por ser ciegos, sino porque a pesar del entorno discapacitante que es el mundo, hemos logrado cosas”.
Recalca que normalmente se habla de la discapacidad desde el victimismo, algo contrario al concepto de Ojitos de Huevo: “Aquí se habla de una personal normal, de una persona que fuma mota, que tiene pedos amorosos, y resulta que ese huevón que sólo fumaba mota y escribía chistes ahora está aquí platicando con la prensa”, comenta.
Arroyo subraya la necesidad de que las plataformas y los productores se atrevan a contar historias distintas a las tradicionales:
“Hay historias más allá de la chica rica que se casa con el pobre”, asegura el standupero.