Megan Fox está cansada de cargar con secretos, vivencias que tienen que ver con hombres y que no son muy gratas, guardó silencio durante mucho tiempo pero decidió liberarse a través de la poesía, herramienta literaria con la que cuenta un doloroso episodio: un aborto espontáneo, el bebé era de su pareja, el cantante Machine Gun Kelly.
La actriz de "Transformers" y "Jennifer’s Body" lanzó a la venta el libro de poemas "Pretty Boys Are Poisonous" (los chicos bonitos son venenosos), el cual contiene 70 poemas nacidos de su inspiración, de sus vivencias relacionadas con el amor, la lujuria y el desamor, con el que busca sentirse mejor, así lo expone en el material.
“Mi libertad vive en estas páginas, y espero que mis palabras puedan inspirar a otros a recuperar su felicidad y su identidad usando su voz para iluminar lo que ha sido enterrado, pero no olvidado, en la oscuridad”.
El material contiene ilustraciones eróticas de la ilustradora japonesa Audrey Kawasaki, e incluye claras referencias a su mediática relación con Gun Kelly, la cual ha tenido varios altibajos desde que comenzó en 2020.
La actriz menciona en sus versos a un “narcisista de 32 años”, al que también se refiere como su “amor verdadero” o “llama gemela” y como una “estrella de rock complaciente” que finge tener “buenas” intenciones.
Megan Fox es madre de tres hijos, fruto de la relación con su exesposo, el actor estadounidense Brian Austin Green; la también modelo volvió a embarazarse, esta vez de su actual amor Machine Gun Kelly, sin embargo perdió al bebé en un aborto espontáneo del que habla por primera vez en el poema I y II, en las páginas de su libro "Pretty Boys Are Poisonous".
“Hay una ecografía al lado de la cama, 10 semanas y 1 día... ¿Crees que si hubiera podido, habría dejado una nota de suicidio?. Pero ahora tengo que decir adiós. Cierro los ojos y me imagino abrazándote fuerte contra mi pecho mientras te arrancan de mis entrañas”, se lee en una primera parte que acompaña con una ilustración de una mujer sosteniendo a un bebé que aparece en la última página del libro: "Pagaré cualquier precio, dime por favor, ¿cuál es el rescate por su alma?", se lee.
En una entrevista con la revista "People" Megan Fox cuenta que guardó algunos de sus poemas más oscuros para sí misma: "Ni siquiera me molesté en enviar la mayor parte de lo que escribí a mi editor porque eran demasiado gráficos e inquietantes para que otros los leyeran", confesó.
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