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Poco a poco, Mario Sepúlveda muestra su nueva personalidad: se pone tacones y uniforme para convertirse en una mucama. Todo, para entrar a La jaula de las locas.
El actor se intregra a la obra Jean Poiret La Cage aux folles, en el papel de Silvia, la mucana de la residencia de Albin y George, una pareja homosexual ya entrada en años que posee un local para el ocio llamado La jaula de las locas.
El mayor reto al que ahora se enfrenta en la producción, según sus propias palabras es su transformación a mujer.
“Es la primera vez que me voy a vestir de mujer en mi vida. La verdad es que estoy muy contento”, comentó.
Y si bien está feliz con el personaje con el que subirá al escenario a partir del 31 de agosto en el Teatro Hidalgo, reconoce que su mayor temor en el escenario es la caminata en tacones.
“He estado ensayando y pues eso es lo que más me da pavor, llegarme a caer. El personaje es todo un reto”.
Para Sepúlveda, el teatro está vivo y tiene mucho que dar, por eso no está de acuerdo con no está pasando por su mejor momento. Los sismos de 2017 y las remodelaciones, agrega, no son una excusa para justificar los teatros con poca gente.
“La obra solamente va a ser así una vez. El teatro está vivo y eso es lo que la gente debería considerar y asistir más al teatro”.
En esta perspectiva, agrega, para el arte teatral en México existe una llama de esperanza que se está cultivando en las nuevas generaciones y el gran talento que ve desde las puestas en escena escolares, donde los chicos muestran toda la actitud.