“¡Jesús, María y José, a dónde han llegado estas artistas! ¿Cómo pudo María Félix tener el atrevimiento de dejarse fotografías desnuda, para que todo el mundo la vea?”, expresó una mujer sobre la película “Amor y sexo” que la actriz sonorense protagonizó en 1964 junto al galán Julio Alemán.
Los carteles de la película, una de las últimas que hizo Félix en su carrera, incitaban al público a ir al cine para ver a “La Doña” desnuda: “La película prohibida que ha roto todos los récords de discusiones”, se lee uno de los promocionales en los que la actriz, de entonces 50 años, aparece abrazando apasionadamente a Julio Alemán que en ese tiempo tenía apenas 31 primaveras.
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El filme, dirigido por Luis Alcoriza , se basó en la novela “Safo”, del autor francés Alfonso Daudet ,que cuenta la vida de una cortesana y sus amores. En el cine, Diana, protagonizada por María Félix, se enamora de Raúl, encarnado por Julio Alemán, un hombre diez años más joven que ella; el gran secreto de Diana es un antiguo amante, al que cada semana visita en la prisión.
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Aunque no fue la primera vez que un desnudo parcial apareció en el cine mexicano, ya había ocurrido en 1955 con Ana Luisa Peluffo en “La fuerza del deseo” , sí fue la primera vez que Félix aparecía semidesnuda; además, las escenas eróticas no eran tan comunes en la pantalla grande, pues todavía no llegaban los años 70 y 80, cuando la gran pantalla se inundó del cine de ficheras , un género cinematográfico en México en el que los filmes combinaban comedia erótica con el cine de rumberas.
La candente película dividió opiniones
Aunque en 1943, María Félix se mostró sensual y cruel al jugar con los sentimientos de los hombres en “La mujer sin alma” , en aquel momento no enseñó de más como en el caso de “Amor y sexo”, que fue exhibida con la clasificación “C” , entonces apta sólo para personas mayores de 21 años de edad.
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La cinta, que se estrenó en el cine Roble, ubicado entonces en Paseo de la Reforma, contenía escenas audaces y atrevidas para la época, donde María Félix luce una buena porción de piel en escenas amorosas con Julio Alemán.
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El día del estreno, María usó un atuendo afrancesado que supo acompañar muy bien con un perfume floral delicioso, el Jolie Madame , del diseñador Pierre Balmain. La prensa de la época informó que en los días siguientes al estreno, la gente llenó los tres lugares en los que se estaba exhibiendo la cinta, el cine Roble, México y Las Américas; sin embargo, algunos salieron decepcionados al pensar que verían a Félix completamente desnuda gozando de la pasión entre los brazos de Alemán.
La escena que tanta conmoción causó fue una nada erótica, en la que María Félix visita una penitenciaría y la obligan a desnudarse para ver si no lleva drogas bajo la ropa, es entonces cuando se observan los senos de la actriz.
El debate se dio entorno a dos posturas de la prensa y del público, los que opinaron que cintas como “Amor y sexo” debían desterrarse de las pantallas del cine por “incitar la inmoralidad”, y los que tachaban este argumento como “mojigato”.
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En las páginas de EL UNIVERSAL, las ideas de María y su personaje en la polémica cinta quedaron inmortalizados en tarjetas publicadas en este medio firmadas por la polémica “Doña”, quien ya se había consolidado como estrella de cine tras actuado con figuras de la Época de Oro como Pedro Infante , Jorge Negrete y Pedro Armendáriz.
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Aplaudieron su actuación pero abuchearon su canto
“Amor y sexo” no sólo triunfó en México con más de 10 semanas de exhibición, los aplausos por las buenas actuaciones también vinieron de Los Ángeles, donde logró un éxito sin precedentes, batió los récords de entradas en los cines Califormia y Million Dollars, y se convirtió en la primera película mexicana que logró más de una semana de exhibición.
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Pero como nada es perfecto, María Félix, amada por muchos pero odiada por otros tantos, tuvo una presentación muy mala el 4 de diciembre de 1964 en el teatro Million Dollar de Los Ángeles.
Cantó “Por qué negar” y “Solamente una vez”, acompañada al piano por el músico poeta Agustín Lara , pero el fracaso de María cantando fue tan pavoroso que el público estuvo a punto de lanzar proyectiles a los artistas en escena.
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Fue hasta cuando entró a cantar el mexicano Alejandro Algara que los ánimos se calmaron. EL UNIVERSAL recuperó lo publicado al respecto en Los Ángeles Time:
“María Félix, con su cavernícola voz se atrevió a cantar, del maestro Agustín Lara y acompañada por él mismo, sus canciones ‘Por qué negar’ y ‘Solamente una vez’. Cuando María comenzó a cantar ya se veía venir el desastre completo, afortunadamente entró al escenario el joven cantante mexicano Alejandro Algara y con su voz, con un extraordinario corte clásico, salvó la situación. Alejandro Algara con su fresca y bien timbrada voz interpretó la popular “Granada” de Lara, siendo muy aplaudido y salvado con ello la función”.
Con Julio Aleman, Félix fue dulce y tierna
Un paro cardiaco terminó con la vida de María Félix el 8 de abril de 2002. El mismo día, pero de 1914, "María Bonita" llegó al mundo para convertirse en una de las actrices más emblemáticas de la Época de Oro del cine mexicano.
Aunque tenía fama de ser una mujer déspota, presumida y hasta grosera, “La Doña” se ganó el cariño y la admiración de mucha gente, por ejemplo, del actor Julio Alemán, quien sólo actuó con ella en “Amor y sexo”.
En el 2002, Alemán habló en televisión de la relación profesional que tuvo con María Felix, la cual calificó como amistosa y cordial, y recordó que cuando trabajaron juntos ella fue amable y hasta graciosa, pues contaba chistes; entre los descansos de la filmación descansaban en el camerino mientras comían ciruelas amarillas.
En diciembre de 1964, el joven y popular cantante y actor Julio Alemán estuvo de visita en la casa que EL UNIVERSAL regalará a sus suscriptores. Galantemente firmó muchos autógrafos a jovenes. Archivo EL UNIVERSAL.
“Nadie me cree, pero conmigo La Doña siempre se portó muy amable, muy campechana conmigo, nos acostábamos en el camerino, en el piso, a comer ciruelas, de esas amarillas, a la hora del corte, contaba chistes, era muy agradable conmigo, claro, entraba alguien extraño y luego luego paraba la ceja y mandaba a la goma a todos, y nos reíamos”, relató.
Contrario a lo que muchos decían sobre ella y su altanería, Alemán consideró que esas eran actitudes que ella había adoptado como parte del personaje que construyó para su público, ese que nació en 1943 con la película “Doña Bárbara”.
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Julio Alemán, asediado por sus fans. Vía Archivo EL UNIVERSAL
“Cuando lo dije en televisión, ella misma dijo: ‘mientes’, porque no quería perder ese personaje que tenía ya creado ante el público. Yo de La Doña solamente tengo recuerdos de agradecimiento porque aceptó hacer una película conmigo, me ayudó mucho en mi carrera. Conmigo fue una hermosa mujer; todos los demás dicen que era déspota, mal hablada, pues sí, era el personaje de Doña Bárbara, el que ella tomó, pero en lo personal era una mujer muy dulce, tierna, tranquila, y no me lo creen, pero bueno, yo así viví y conocí a María”, aseguró.
“Amor y sexo”, única cinta en la que Félix y Alemán fueron una pareja adiente, mostró a “La Doña” como era: una mujer impetuosa en el amor que desquiciaba a los hombres con su belleza.
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