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Las manos de Gabriel Solana son de las más codiciadas de Hollywood: han hecho más “respingona” a Catherine Zeta-Jones; convertido en un ser aterrador a Lindsay Lohan y han ocultado los 17 tatuajes de Charlie Sheen.
Actualmente, el chilango trabaja en la película de terror Game over y colaboró en la tercera temporada de la serie Acapulco, con Eugenio Derbez, que estrena el 1 de mayo.
El artista de 54 años y con cerca de tres décadas en Estados Unidos, es de los mexicanos que, sin los grandes reflectores sobre él, han marcado época en una de las industrias más poderosas del orbe.
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“Recuerdo que cada vez que en el kinder hacía cosas en plastilina todos los niños se me quedaban viendo y no tenía idea de lo que significaba eso. A los nueve años me llevaron a ver Furia de titanes y en el momento en que Perseo levanta la cabeza de Medusa que acaba de cortar y la pone en alto, yo dije que quería una así en mi cuarto, ahí comenzó todo”, narra.
Y apenas en marzo se abrió un espacio en su agenda laboral para integrarse a Game over, ópera prima de Carlos Marín y protagonizada por Carla Adell, quien interpreta a una mujer que investiga la muerte de su hermana, luego de ocupar un juego maldito de los 80.
Solana fue el responsable de crear una criatura y los cuerpos de las víctimas, con los huesos a punto de romper la piel.
“Las víctimas no sólo son cuerpos desmembrados y mutilados, sino que quería algo no tan gore, pero sí más estético, así que estarán torcitos, como fracturados por dentro y creo eso tiene más impacto psicológico”, explica.
“Para la criatura quería algo icónico y memorable, entonces hice una mezcla de ligamentos y membranas, de algo que puede nacer dentro de una pantalla”.
Precisamente por el interés de crear seres fantásticos y tenebrosos, Solana estudió maquillaje. Pero fue hasta que el director de la escuela se enteró que se negaba a aprender el llamado maquillaje de belleza, que entendió que había otros caminos por explorar.
“Me dijo: ‘ok, está bien, pero qué pasará si te ponen a la protagonista y debes envejecerla, ¿la convertirás en mosca? Eso me ayudó”.
De anécdota
Catherine Zeta-Jones en La máscara del Zorro y Charlie Sheen en cintas como Wall Street, el dinero nunca duerme, en Machete kills y en la serie Two and a half men, han tenido las manos de Solana.
También las sintieron Lindsay Lohan en la comedia de terror Scary movie, y Whoopi Goldberg en 9/11, sobre los ataques terroristas a Nueva York.
“Con Catherine eran dos horas y 10 minutos, le tenía que esculpir la nariz, le hacíamos un truco en los ojos para levantarle los párpados, para mí era un trabajo terapeútico, después me enteré que para muchos ha sido un trabajo de referencia, muchos me han dicho que se ve brutal, fenomenal”, recuerda.
“Con Charlie siempre había que corregir si estaba en su etapa de fiestero (risas), había que corregir ojeras o si había cicatrices; él tiene como 17 tatuajes en el cuerpo y en en la serie (Two...) casi siempre sale en la cama con alguna chava, entonces había que cubrirlos”.
Para la cinta mexicana Amores perros, y siendo uno de los pioneros en el uso de la computadora para su trabajo, diseñó el look de los personajes, mediante pruebas virtuales de maquillaje y peinados.
Un día quiso saber cómo se hacían las cintas de superhéroes y entró a Guardianes de la galaxia Vol. 3, al departamento de escultura.
“Fue un capricho mío, me encanta la arquitectura y quería saber cómo se hacían los escenarios. Ahí hice básicamente naves y la cosa es que me gustaba, aprendía y además me pagaban”, comenta.
Solana considera que la actual entrada del maquillaje digital puede ser utilizado en beneficio del tradicional. Al principio pensó que el primero, hecho con computadora, le quitaría trabajos, pero afotunadamente no ha sido así.
“Por ejemplo, si se hace el prostético de un cíclope, pero quieres que el ojo sea apegadado a las dimensiones del actor y se mueva, es casi imposible hoy en día, pero entonces lo combinas para que haga movimiento digital y sale. Se comenzaron a acomodar las cosas y uno supervisa todo eso, a fin de que se vea natural”, indica.
El próximo trabajo que verá luz será en época navideña con Red One, con Dwayne Johnson, en la que Solana convirtió al noruego Kristofer Hivju (Juego de tronos) en el temible Krampus, el demonio de la época.