En el marco de la semana del orgullo LGBT+ , Madonna se sumó a las celebraciones en la ciudad de Nueva York y no pasó desapercibida. Vistiendo una peluca azul y una reveladora prenda con transparencias, la reina del pop reapareció en público luego de casi tres años de ausencia y reafirmó que su energía sobre el escenario está intacta.
Todo ocurrió en el hotel neoyorquino Standard High Line el viernes por la madrugada, luego de una fiesta que duró varias horas y a la que también asistieron otras celebridades, como Anderson Cooper, Andy Cohen y Emily Ratajkowski. Madonna no participaba de un encuentro de estas características desde 2019, cuando asistió a la gala del MET . “¡Es la primera vez que estoy con gente en una fiesta!”, señaló durante su show, en relación a la pandemia de coronavirus que la mantuvo alejada de los escenarios y otros eventos masivos.
Luego, la cantante añadió: “Celebrar el orgullo sin gente habría sido una tragedia para mí. No den nada por sentado porque nunca se sabe lo que nos espera a todos a la vuelta de la esquina. Aprendan a amarse unos a otros y empiecen por amarse a sí mismos”.
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Aunque el espectáculo fue breve (interpretó apenas dos canciones: “Hung Up” y “I Don’t Search, I Find”), su aparición fue tan impactante que se volvió viral en las últimas horas. Y no solo porque sus fanáticos pudieron volver a verla sobre las tablas, sino también por su particular look: además de la cabellera azul, lució una remera de red transparente, un short de cuero oscuro y mangas color fucsia.
El principal propósito de la fiesta fue reunir fondos para el Centro Ali Forney y la Haus of US , dos organizaciones que trabajan por los derechos de la comunidad LGBT+ .
“Todos en esta sala están aquí porque tuvieron éxito y están marcando la diferencia”, dijo durante el evento el activista Zachary Quinto. “Están en la mejor fiesta del orgullo, en la mejor ciudad de todo el mundo. Ahora es el momento de asegurarse de que otras personas también puedan estar aquí”.
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