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Quitarle toda la solemnidad a los clásicos y además hacer un montaje divertido con ellos es para la productora y actriz Angélica Bauter una buena estrategia para captar nuevos públicos para el teatro, sobre todo en un momento donde las pantallas dominan el entretenimiento.
“Siento que el problema de las obras clásicas como las de Shakespeare, sobre todo para las nuevas generaciones, es que son muy largas, presentar una de ellas puede durar de tres a tres horas y media, y hoy en día con el ritmo de plataformas como Tik Tok pues se nos van lo espectadores”, dijo Bauter.
Por eso considera que la puesta en escena Mabel, un texto de Emiliano Dionisi basado en la obra de Shakespeare, es una buena opción para lograr este objetivo, porque en hora y media se logra contar toda la historia de Macbeth, este rey maldito cuya vida termina en tragedia; pero desde un punto de vista muy peculiar, la de los actores que intentan presentarla al público pero mil calamidades les obstaculizan el proceso, por lo que uno por uno va abandonando la producción y sólo dos (Adriana Montes de Oca / Angélica Bauter y Santiago Zenteno) están dispuestos a hacer lo que sea por levantar el telón.
“Esto puede ayudar a que en el público más joven despierte su interés y decida conocer la obra completa. Lo que hacen estos actores que están dispuestos a arriesgar su vida es justificar así: si la maldición es decir el nombre, vamos a cambiarlo para que ya no pase nada, entonces cada que se refieren al protagonista que es Macbeth, pues dicen Mabel”, explicó la productora sobre esta obra que se presenta desde el viernes pasado en el Foro La Gruta, del Centro Cultural Helénico, donde permanecerá hasta el 17 de diciembre.
En el teatro existe una leyenda en la cual se dice que si alguien, ya sea un actor, técnico e incluso alguien del público menciona el nombre de Macbeth antes de una función, es de muy mala suerte y mil calamidades pueden pasar.
“Si dices Macbeth, los actores pueden llegar a no dar la función, porque hay detrás toda una creencia sobre esto”, dijo Bauter.
A pesar de que es una obra con tintes de comedia, todo se desarrolla en un momento exacto lo que la hace muy compleja, porque si algo sucede a destiempo el efecto deseado en el público no pasará.
Mabel es una historia clásica contada sólo por dos actores.