Lyn May, figura femenina del cine de ficheras, género que dominó la escena fílmica nacional en los años 80, pero con fuerte presencia en los 70, se verá en el Festival Internacional de Cine de Rotterdam, evento especializado en narrativas audaces y de vanguardia.
La bailarina forma parte del cortometraje "Levantamuertos", una comedia en la que un embalsamador tiene la facultad de hablar con los fallecidos al abrirles los ojos, de ahí que encuentra en uno de ellos a un compañero de infancia.
Juntos emprenden un viaje aparente de reconciliación, haciendo parada en un cabaret en el que Lin May, bajo el nombre de “Cleopatra”, les hace un baile muy sugestivo.
"Levantamuertos", considerado en la sección Short and Middle Lenght, es una historia dirigida por José Eduardo Castillo Ponce, y fue un ejercicio escolar de licenciatura del Centro de Capacitación Cinematográfica.
“Siempre me ha gustado la comedia negra, desde chavo me gustó el cine B gringo y mexicano de bajo presupuesto por ser las películas que más riesgos tomaban narrativa y estructuralmente, y más me impresionaban; al mismo tiempo, recordaba las películas de ficheras que muchos quieren olvidar, pero que fueron parte fundamental del cine de nuestro país”, cuenta el realizador.
“Me estaba costando mucho visualizar el personaje de Lin May, quería a una actriz que fuera mayor y de pronto mis productoras llegaron con su número (celular), le escribí a ella, nos vimos, le platiqué un poco el guion, le dije que era la tentación del personaje y le dije que era como en La pasión de Cristo, donde el demonio lo tienta, y me dijo que con gusto me iba a ayudar”, añade.
La propia Lin May fue quien propuso la coreografía y tuvo la idea de ver hacia la cámara, como rompiendo la llamada cuarta pared del audiovisual.
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Castillo Ponce ya sabe lo que es participar en un festival europeo, luego de que el año pasado estuviera en la Berlinale con Aguacuario, un corto que relata el encuentro entre un niño que vende garrafones de agua y una pequeña que lo reta a abandonar su labor, para ir a jugar.
Ahora, Levantamuertos cuenta con la actuación de David Illescas y Vitter Leija, así como con la cooperación de mucha gente.
“Teníamos una película que nos pedía una estética sucia e imperfecta, y fue justo aprovechar todo eso. No llevábamos ni una sola luz, así que fue chamba de locaciones ver dónde filmábamos cada cosa; para la funeraria hice investigación de campo, fuimos con una embalsamadora real, pero al final se terminó haciendo en un forito”, detalla el realizador.