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Un día, a la actriz Majo Cornejo se le olvidó quitarse el reloj de muñeca que usa en su vida cotidiana y así salió a cantar en plena función del Cirque Du Soleil.
“No me ha llegado un grave error, pero sí cosas graciosas, esa vez estaba muy nerviosa”, recuerda.
Su compañera Diana Rosas Ham, que se dedica al pole dance, siempre se truena el cuello antes de cada función, para calmar la tensión.
“¡Tengo muchos rituales!”, define.
Las dos ya tienen su mente enfocada en el estreno de Luzia: así soñamos México, nuevo espectáculo del Cirque du Soleil, que arranca temporada mañana en la capital.
El espectáculo, que está por cumplir mil representaciones, está inspirada libremente en la cultura mexicana. Es definido como un proyecto en el que se viaja a un país imaginario, donde la luz calma el espíritu y la lluvia apacigua el alma.
Ya se presentó en Monterrey y Guadalajara y, por vez primera, estará en la capital nacional, hasta diciembre próximo.
“Ahora estamos tranquilos, ensayando, pero cuando llega el día sí se siente mucha adrenalina, aún no”, asegura Diana.
“Al final, presentarse en el lugar de donde es una, sí es algo especial”, agrega Majo.
El Cirque du Soleil combina, desde 1994, música, danza y actos circenses con shows recorriendo el orbe.
Luzia: así soñamos México, se presentará en una carpa de casi 20 metros de altura y 51 metros de diámetro, que pesa más de 60 toneladas para albergar más de 2 mil 500 asientos. Son 46 artistas procedentes de 20 países, con una duración de dos horas y 15 minutos.
Majo y Diana, dos de los cuatro mexicanos que conforman el espectáculo, asistieron, junto con parte del equipo de Luzia, a una función del musical Los miserables. Poco antes antes del inicio se les dio un recorrido por el backstage para ir conociendo los secretos del escenario.
“Cosas que como público no alcanzamos a ver, por ejemplo ver el diseño del escenario y cómo bajan arrastrando cosas y metiendo otras a los lados”, indica Majo.
“¡Es maravillosa!”, expresa Diana.
Los miserables es un musical basado por completo en la novela homónima de Víctor Hugo y que arrancó temporada mexicana en marzo pasado en el Teatro Telcel.