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Además de grabar canciones y salir de gira, el cantante Luis Fonsi sabe que como figura pública su deber está en dedicarle tiempo a la comunidad y regresarle un poco de lo que le ha dado.
En ese camino se ha involucrado en campañas para reconstruir su natal Puerto Rico, que resultó dañado tras el paso del huracán María en 2017, o hace unas semanas alzando la voz junto a otros artistas en el concierto Venezuela Aid.
“A mí me llena porque si uno le puede cambiar la vida a una sola persona gracias a la música, gracias a lo que me han dado a mí —que es la oportunidad de ser músico— si yo puedo devolverle eso aunque sea a una sola persona eso me hace sentir completo como ser humano”, comenta.
Para el cantante no hay mejor medio que la música.
“Lo que quiero es unir, hablar de amor, historias, situaciones que nos pasan a todos dentro del amor. Es poner a la gente a bailar, a sonreír y así mismo ese es el mensaje que quiero llevar, por eso me involucro en campañas positivas, por eso tengo mi fundación para reconstruir a mi país, ayudar a la juventud a salir adelante y creo que es parte de nuestro currículum”, explica.
Con su canción “Yo no me doy por vencido” como estandarte, el intérprete subió al escenario en Cúcuta, Colombia, paso fronterizo de Venezuela, hace dos semanas. La situación del país no puede ser ignorada por las celebridades.
“Obviamente es político pero ya va mucho más allá. Ya es una cosa de lo que es humanidad, de lo que es respeto y si hay algo que tiene la música es que uno logra llevar mensajes que quizás impactan más, la melodía y la música te da esa potencia para impactar más, para unir y creo que era importante estar ahí”, dice.
“Hay que sacar la cara por nuestros hermanos venezolanos”, remata.
El cantante considera que todos los países tienen que involucrarse en ayudar sin dejar de lado que en el mundo son muchos los problemas.
“Ningún país es más importante que otro pero la realidad es que lo que está pasando en Venezuela ya ha llegado a un lugar muy triste y creo que ahora es el momento para ayudar a nuestros hermanos”.
Artista global. Aunque algunas de sus letras pueden ser más sensuales que otras, el intérprete explica que busca que su música no discrimine.
A dos años de su lanzamiento Fonsi agradece que a raíz del éxito de “Despacito” se haya abierto un camino y los latinos tengan una mayor presencia alrededor del mundo. El puertorriqueño se siente honrado por haber hecho historia gracias al apoyo internacional que lo llevó a romper la barrera del idioma.
“Se convirtió en la canción número uno en los Estados Unidos durante 16 semanas. En un momento político muy tenso que estábamos viviendo en Estados Unidos, una canción en español lo logra”, comenta.
El ganador del Grammy estrenó en febrero el álbum VIDA, en el que incluye sencillos como “Despacito” con Daddy Yankee y Justin Bieber y “Échame la culpa” a dueto con Demi Lovato, y del que se extrae su más reciente tema “Sola”, una balada que regresa a su estilo tradicional.
“Con ‘Sola’ poco a poco me fui desacelerando un poco el ritmo y poniendo más sentimiento a la letra y romanticismo a la melodía. Mis primeros 18 años de carrera era para un público mayormente latino; ahora esa barrera del idioma se ha borrado un poco y puedo llevar mi música, sin abandonar al público latino que es la razón por la que estoy aquí”.
¿Cómo es Luis Fonsi en el estudio de grabación? El intérprete explica que no piensa en géneros al momento de componer. La inspiración lo lleva a hacer música romántica o que hable de desamor pero también temas más relajados con más ritmo.
“Claro está que los primeros sencillos del disco fueron más movidos pero no sentí que fuera un cambio y que me fui a otro sitio porque siempre he tenido esas facetas y siempre me ha encantado mezclar lo rítmico con lo romántico”, comenta.
Fonsi está seguro de que su público ya se está acostumbrando a verlo en ambas facetas. El artista considera que al final del día el género pop puede viajar entre otros ritmos y adoptar un poco del urbano, lo latino o lo tropical.
“Lo pop rock y esa libertad que yo siento a la hora de escribir o de cantar es lo que más disfruto de la música, que uno puede aventarse al vacío con los ojos cerrados y no tener miedo de caer en un lugar diferente”, comparte.