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Para que haya una pelea se necesitan dos y Lucero, en las redes sociales, prefiere no echar su gallo a pelear. Pocas veces son las que responde pero en general, dice, prefiere ignorar las críticas y los comentarios de odio.
Apenas hace un par de días, se leyó un comentario de “ya se le nota la edad” en una foto de la cantante, a lo que la propia Lucero respondió puntual:
“¿Se me nota que tengo 53? Espero que sí porque son los que tengo. Las arrugas son inminentes. Las manchas y la flacidez llegan con la edad. No sé cuántos años tengas tú, pero deseo que siempre te veas de 17, aunque tengas 60 años o más”.
Si bien acepta que no es agradable el “hate”, ha aprendido a lidiar con eso y ha tratado de inculcarle esa indiferencia a su hija Lucero Mijares, ahora que se ha convertido en figura pública.
“El odio, la crueldad no es amable para nadie, a nadie le gusta, no es agradable leer comentarios malos míos, ni de mis hijos, ni de Manuel Mijares, que es el papá de mis hijos. Para nadie es cómodo. Lo que hacemos ante estas ofensas, humillaciones, es que se te resbale, hay que pensar que esa gente no tiene nada mejor que hacer. No tendrá una vida normal y se mete a atacar. De ahí hay que partir, ¿quién está diciendo eso de mí? Ni sabemos. Por eso Lucerito tiene esa mentalidad de decir: ‘no me importa lo que digan de mí’”.
La cantante recuerda que antes de las redes sociales no era común enterarse de este tipo de comentarios rudos.
“No venía nadie a decírtelo en tu cara, nadie se atrevía a decirte: cantas horrible, tienes un pésimo físico, entonces era más difícil que te enteraras de esta crueldad o estas críticas o este hate que está tan de moda, porque ahora se hace a través de las redes, del anonimato y nadie te reclama”.
Mejor, agrega, es tomar distancia: “Hay que ver las redes como una herramienta y vivir feliz, ¿por qué flagelarse leyendo lo que escriben?”, cuestiona.
Otros gallos
Lucero prefiere apostarle en su carrera a otro gallo: el de Juan Rulfo, porque la actuación es otro cantar. En esta faceta, reconoce que la serie la ha impulsado como actriz y le ha ayudado a mostrarse en personajes totalmente distintos a los que había hecho. El resultado: ganó la apuesta, asegura, y con la llegada de la segunda temporada de "El gallo de oro" lo confirma.
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“Quería sorprender como actriz —dice—, algo que pudiera superar lo que había hecho y creo que se logró. Tener la pluma de Juan Rulfo es una garantía y poderla llevar de esta forma como un homenaje a México, a nuestra historia, a los palenques, a las peleas de gallos, en fin, es maravilloso”.
La cantante adelanta que en la nueva entrega de la serie, que se estrena mañana por la plataforma Vix, se abordarán temas que no están en la novela.
“Regresan los hermanos Arriaga, que son pieza clave en esta temporada. La Caponera —su personaje— sigue teniendo su magia, su música, que hace no para tener dinero. La serie empieza en 1945 y aquí hay una evolución de tiempo también”.
Eso sí, aclara de nuevo por los “gallitos” de las redes sociales, que ningún plumífero fue lastimado durante las recreaciones de las peleas en los palenques.
“Todas las navajas eran de plástico, no se lastimaban en ningún momento. Las escenas de los gallos fueron maravillosas, con esta cámara Phantom, que graba en cámara lenta y hace lucir a los gallos, es una obra de arte. Hay escenas que son mágicas”, comenta.
Sobre si ahora que su hija Lucero debutó profesionalmente como actriz con el musical The Wiz, le pide algunos consejos, indica que trata de no ser muy invasiva.
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“Porque a veces es difícil ser maestra y ser mamá o papá. Vimos juntas El gallo de oro y le gustó muchísimo; encontramos detalles increíbles en los personajes, ella aprende de eso y me pregunta, conversamos y lo disfrutamos mucho; es como una esponja y me encanta que me vea actuar”.