Octavio Ocaña miró la portería y pidió un balón. “Le voy a meter gol al Conejo Pérez”. En realidad, Ocaña, que en ese entonces tenía nueve años se enfrentaba no al portero de Cruz Azul, sino solamente a una figura de cartón en tamaño real.
En ese momento, 2007, Octavio era el niño actor más famoso de México y por invitación de EL UNIVERSAL acudió al Salón de la Fama del Cruz Azul, el equipo de sus amores. Y ese día, en efecto, le metió gol a Óscar el Conejo Pérez.
Lo cierto es que Ocaña murió de un disparo en la cabeza mientras iba a bordo de su camioneta y durante todo el sábado amigos, colegas y familiares lo recordaron para hacer un homenaje al actor conocido por su personaje de Benito Rivers, un niño que no quería ser actor, dentro de la serie Vecinos.
El cineasta Luis Eduardo Reyes, quien dirigió a Ocaña en la película Amor letra por letra, contó: “Era un muchacho encantador, inteligente y juguetón. Le encantaba el futbol y de hecho quería ser futbolista. Era muy disciplinado en el escenario y con una intuición actoral que era lo mejor de todo”.
Cierto, Ocaña tenía un talento para estar frente a la cámara, lo cual ni él mismo entendía. “No hago nada para actuar, soy virtuoso por naturaleza”, dijo en 2007 a EL UNIVERSAL.
En esa misma época, se hizo fan de la música de Scorpions y entre sus anhelos infantiles se le metió también la idea de ser rockero.
Cuando entró a la adolescencia, su inquietud por el futbol lo llevó a retirarse de la actuación y probar suerte en varios equipos semiprofesionales, pero no alcanzó a hacer carrera.
Fue entonces que decidió volver a la televisión. Habló con el productor de Vecinos, Elías Solorio, y le pidió regresar a la serie.
Efectivamente, el último capítulo de la cuarta temporada se llama “Benito regresa”, y es el más visto en YouTube: 18 millones de impactos.
Ya siendo un joven, Octavio se recordaba a sí mismo como un niño inquieto: “Hacía muchas travesuras, me portaba un poquito mal, no medía las consecuencias y una vez hice un relajo, paré el foro como tres horas aventando una bomba de olor a la cabina”.
En su vida privada Octavio mantenía un noviazgo con la joven Nerea Godínez, con quien se comprometió apenas el 25 de junio de este año, pero aún no se había revelado la fecha del enlace matrimonial.