Desde sus primeros pasos en el mundo del teatro, el actor y director mexicano Cristian Magaloni tenía la certeza de que este arte podía ser una herramienta para cuestionar la realidad, y con suerte también cambiarla. Hoy esa convicción sigue definiendo los proyectos en los que participa.

“Siempre me gusta escoger temas que me apasionan temas que he investigado mucho o temas que he tenido curiosidad y no he sabido cómo abordar, el teatro es un gran instrumento para tanto como actor y espectador pensarnos a nosotros mismos”, reflexiona Magaloni.

Como actor Magaloni ha participado en producciones que van desde “No fue mi culpa”, serie transmitida por Star+ hasta la última película de Alejandro González Iñárritu “Bardo o falsa crónica de unas cuantas verdades”.

Sin embargo ahora regresa al teatro con “Independiente”, porque en ese lugar tiene la certeza de cómo reacciona el público con su obra, y con ello aprender a transmitir mejor.

“Es apasionante, porque es un arte que cobra vida gracias al público. Hay obras que incluso toca tomar decisiones ya viendo la reacción de la audiencia, sintiéndola, uno se da cuenta qué no sucede, o que sucede lo que debería de suceder, hay cosas donde llevas al espectador a un lugar donde no imaginaste, hay veces que te das cuenta de que algo si funciona y otras no, por eso siempre es bueno regresar”, asegura.

Pero además de eso, lo hace con una obra oportuna, “Independiente”, que retrata el conflicto de un líder político, y todas las decisiones y dilemas a los que se enfrenta. Con la mirada puesta en el personaje que se desenvuelve al interior de una campaña política, sin perder el sentido del humor.

“Vamos a ver cómo a mi personaje se enfrenta a tener el poder y lo que le ocurre una vez que siente que lo tiene. A todos nos pasa lo mismo a diferentes escalas y con diferentes matices, sentir que tenemos el poder, o tener que ejercer el poder en momentos específicos, el poder es algo presente en todos, y eso queremos aprovecharlo para que el público se identifique con la obra, pero sobre todo con una decisión tan importante como los son las elecciones que están tan cerca de celebrarse”, reflexiona Magaloni.

Y el humor, puede ser el gancho, o bien la herramienta definitiva para sensibilizar, e invitar a la reflexión.

“El tono que tiene la obra es para que entre bien al público y se puedan encariñar de los personajes, la política a veces nos causa aversión es difícil empatizar con quienes la practican, pero el tono ayuda para hablar de estos temas, la comedia siempre es el mejor método para auto reflexionar, apela a mucho inteligencia, la comedia siempre es una visión desde arriba para ver lo grotesco de sí”, apunta.

El público puede conocer la obra, y acercarse más al teatro con ella todos los martes a las 20:45 de la noche en el Teatro Milán. Tiene una duración de 150 minutos y es apta para público de 15 años en adelante.

rad

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