Los teatros son espacios llenos de magia, donde la energía y las emociones se mezclan con tal intensidad que a veces ocurren cosas que pueden ser inexplicables… objetos que se mueven, luces que parpadean sin explicación, risas burlonas y hasta figuras fantasmales que algunos han percibido.
El actor Héctor Bonilla recibió un homenaje por su trayectoria en octubre de 2019. En este evento, en el que fue nombrado Patrimonio Cultural Vivo de la Ciudad de México , su familia estaba en los palcos del primer piso cuando comenzaron a escuchar la risa de una mujer, primero fue tímida, pero fue subiendo de volumen hasta que terminó siendo una carcajada.
Fernando Bonilla, hijo menor del homenajeado, se encontraba en el palco contiguo y, molestó, se levantó para ver de quién se trataba, pero sólo pudo ver la cara de confusión de las personas que estaban ahí sin saber qué ocurría. Se encaminó al palco y no encontró a la responsable, pero la risa siguió. El personal del teatro comenzó a buscar en los siguientes niveles sin encontrar nada, hasta que de pronto la risa dejó de escucharse. Los involucrados coinciden en que no hay una explicación que les convenza.
Este recinto también fue escenario de una experiencia que la cantante Alejandra Ávalos considera paranormal. Ella formaba parte del espectáculo “Cantando por Gualberto Castro ”, que se realizó el 14 de julio, con el cual le rindieron un homenaje al cantante fallecido días antes (el 27 de junio). Ella lo cuenta:
“En la puerta de mi camerino se apareció la silueta de Gualberto Castro, lo estábamos homenajeando, volteamos mi asistente y yo a la puerta y vimos claramente que era él, fue tan sólo un segundo, pero Rodrigo de la Cadena (otro cantante) también lo vio desde otra parte del teatro, entonces coincidimos ambos en que ese día nuestro amigo estaba en su homenaje”.
Ariel Miramontes
, conocido por su personaje de Albertano, no ha vivido nada sobrenatural en los teatros, pero asegura que últimamente sí ha tenido que convivir con una energía muy extraña en los pasillos del Centro Cultural Teatro II, que conectan con el Centro Cultura Teatro I, donde se presentó con “El Tenorio cómico” y que, asegura, sí provoca inquietud entre la gente que labora ahí.
“Hay una muñeca que, dicen, la ponían en un lugar y aparecía en otro, la tenían en una bodega de utilería, pero finalmente la pusieron en un nicho, donde le dejan dulces para que no ande espantando a la gente. Es una muñeca de plástico y ahí la tienen en una repisa, arriba del escritorio de utilería; como ya está vieja sí da miedo, pero da más miedo que le pongan chocolates y dulces, es como si fuera una de las muñecas de la isla que está en Xochimilco”, contó actor.
En la puesta en escena “ La dama de negro ”, que lleva casi 27 años en cartelera, han pasado muchas cosas sin explicación, su director Rafael Perrín recuerda que, entre los muchos sucesos, la gente ha visto a veces un niño parado sobre el escenario, cuando en la historia no hay ninguna aparición de un infante, o una mujer de negro que aparece en un momento en donde no debe estar, mientras la actriz Patricia Perrín (quien la interpreta) está a la vista de todos.
Era 2014 y en el Teatro Fernando Soler , del Centro Teatral Manolo Fábregas, se realizaba un ensayo de la puesta en escena “Piaf, vivir por una voz”, que era protagonizada por la cantante Arianna y Otto Sirgo. En una pausa para realizar entrevistas, los actores estaban en butacas y la gente de producción hacía ajustes en el escenario, cuando se escuchó un sonido que hacía pensar que un tanque de gas tenía una fuga, de inmediato evacuaron el recinto y revisaron que no hubiera peligro, cuando la gente de seguridad informó que era un tanque de helio el que provocó el incidente, el personal de producción de “Piaf” se vieron unos a otros, porque nadie tenía por qué manipular ese tanque. Entonces un guardia del teatro dijo muy tranquilo: “No se preocupen, es don Manolo (Fábregas) que luego anda dando una vuelta a sus teatros”.
Otro hecho paranormal lo comparte el productor y director Miguel Alonso, a quien sólo una vez le pasó algo similar, aunque no cree mucho en eso.
“Hace muchos años en el Foro Azcapotzalco , que está sobre avenida Cuitláhuac, me espantaron, ya me habían dicho los técnicos que se aparecía un señor con una gabardina negra. Me tocó verlo, que se sentaba en las butacas durante los ensayos, y de repente aparecía en otro lugar, de verdad sentí miedo”, declaró el productor.
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