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En 2007 la banda Argentina Los Caligaris llegó por primera vez a México. Los argentinos tenían 10 años de haberse formado y pisar terrenos mexicanos significaba un gran impulso para su carrera.
Así fue pero primero tenían que sumar las experiencias de todo buen rockero, como llegar a una de sus primeras presentaciones en el Foro Alicia empujando su camioneta que se había quedado parada dos cuadras antes del lugar.
Ahora se preparan para el espectáculo que ofrecerán el próximo 9 de noviembre en el Foro Sol.
“México ha sido un país que desde la primera vez que venimos nos recibió con los brazos abiertos. Consideramos que es uno de los mercados más importantes de Latinoamérica y tener la bendición de este público para nosotros ha sido un despegue y trampolín importante porque a partir de nuestro desembarco en México la historia de la banda cambió para bien”, comparte el baterista Diego Pampiglione.
Mantener un grupo de 12 personas durante 22 años no ha sido sencillo pero el secreto está en saberse parte de un todo.
“No podríamos durar tanto si nos lleváramos mal, se nota en el escenario. Tenemos una mentalidad de grupo que es fundamental para tener una banda porque ves que por ahí surgen los celos y nosotros sabemos cómo se lleva eso”, explica el vocalista Martín Pampiglione.
“Si fuéramos un equipo de futbol no tenemos un Messi, sino que todos tiramos para el mismo lado”, añade.
Sin embargo también han tenido un poco de ayuda para mantener la comunión de la que hablan, como cuando preparaban su último álbum Circología y por azares del destino terminaron tomando terapia de grupo durante año y medio, pues el coach de marketing que habían encontrado también era psicólogo.
“Nos dijo: cuando empiecen la terapia, o se separan o siguen. Había que valorar y aprender todo ese camino porque a lo mejor no todos estábamos dispuestos a hacer esa terapia; me parece que estuvo padrísimo, fue una experiencia que nos hizo crecer. Todo nos ayudó a crecer y a ser lo que somos”, agrega el saxofonista Marcos Ozamis.
“Te hace sacar un poco el individualismo, vos pensás siempre en que brille más la banda a que brille más vos. Somos todos iguales cuando vamos a las salas de ensayo pero cuando salimos vemos que hay gente más conocida que otra y esa dualidad tiene que estar de los dos lados. El que no es tan conocido tiene que entender que la banda es así y el que es más conocido tiene que entender cuando vuelve a la sala que no es más importante, es igual a los otros”, añade Martín Pampiglione.
Sin etiquetas. Para Los Caligaris definir su estilo es difícil; los músicos consideran que han explorado diferentes géneros y lo que buscan es que cada una de sus canciones cuente su historia manteniendo el toque de humor y circo que los caracteriza.
Las letras, explican, no buscan profundizar en temas políticos sino más bien en cuestiones de la vida cotidiana como el amor y el desamor, ya que al recurrir al toque humorístico y la ironía hay temas que no pueden tocarse así.
“Somos una banda de fusión. Agarras un disco nuestro y tiene canciones que son cuarteto cordobés, más rockeras, más pop, alguna que otra balada, cumbia, ska, reggae; grabamos un reggaetón en el tercer disco, por supuesto al estilo caligaris, le pusimos unos instrumentos andinos y lo llevamos a una fusión que nos quede bien, no haríamos algo que nos quede falso, incómodo”, dice Martín.
“Si bien tenemos una poesía simple para que la pueda entender cualquiera, sí hemos tocado temas, como por ejemplo en ‘Parece que fue ayer’, que habla de la democracia en Argentina”.
Nuevos horizontes. Los Caligaris estrenarán este 6 de junio el videoclip del tema “Queda en esta noche”, canción que grabaron junto al vocalista de Ciro y los persas, Andrés Ciro Martínez.
Un par de meses después, en septiembre, estrenarán nuevo disco, por lo que en julio entrarán en el proceso de elegir los temas que, además de “Queda en esta noche”, formarán parte del material.
“Tenemos más de 80 canciones; terminando la gira regresaremos a Córdoba con Mariano Franceschelli y Martín Lorenzo de Auténticos Decadentes”, dijo Martín.