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En 45 años de trayectoria, era casi imposible que una de las agrupaciones más importantes de México no tuviera problemas.
Recién en 2021, Los Ángeles Azules fueron tendencia en redes sociales por su tema “17 años”, el cual, se dijo, era una apología al abuso de menores, al hablar de una persona que comienza una relación con una adolescente.
Por fortuna, los oriundos de Iztapalapa consideran que ese asunto quedó atrás, y que más bien fue una “mala interpretación”. Pero aprendieron algo: esta generación ejerce su derecho a cuestionar.
“Se sabe que es una canción preparatoriana de unos jovencitos que se conocieron. Y nos la siguen pidiendo”, dice relajado Jorge Mejía Avante, a cargo del acordeón.
Salvo ese momento, la relación de la agrupación con los jóvenes no sólo es positiva, sino que ha mejorado con el tiempo.
No es un secreto que la banda ha sabido abrirse a diversos géneros, grabando en los últimos años con exponentes más jóvenes de pop, como Belinda y Natalia Lafourcade, y más tarde con géneros considerados más underground.
Entre estos destaca la colaboración con el rapero mexicano Santa Fe Klan, así como con las cantantes argentinas Cazzu y Nicki Nicole, y más recientemente con la reggaetonera y trapera María Becerra.
Esta última es una poderosa representante dentro del género urbano argentino, cuya voz se mezcla con las percusiones de los mexicanos hoy, con el estreno del sencillo “El amor de mi vida”.
“Es muy bonito que la cumbia haya agarrado ese poder tan fuerte, que ahorita estamos haciendo feat con mucha gente de Argentina, Bolivia, Guatemala, como esta canción”, comparte Jorge.
Esto es algo que la joven de 23 años, con 13 millones de seguidores en Instagram y 26 millones de oyentes mensuales en YouTube, agradece: “Crecí con la música de ellos y siempre fueron gran parte de la cultura de la cumbia, tienen una trayectoria increíble y todavía siguen forjando cosas tremendas”, dice María, emocionada.
“Para mí es un honor que me hayan tenido en cuenta, que crean que mi voz puede quedar bien para una de las canciones de ellos. Ha sido una experiencia inolvidable”, añade la joven.
“El amor de mi vida”, tema que tocaron en vivo en La casa de los famosos México, es una cumbia, lo que coloca a Becerra en un género que ha experimentado poco (sólo con la canción “ADIÓS”).
Jorge ve en ello el reflejo de cómo los jóvenes están al tanto de lo que les rodea, sin limitaciones. “Es bueno inculcar el ritmo, el sabor, lo tropical, porque como decía mi hermana Lupita: el pop, el rock, la música psicodélica, todo puede unirse a Los Ángeles Azules”.
Apoyan la música
Ahora que el ayuntamiento de Chihuahua prohibió los corridos tumbados y el reggaetón, argumentando que se prevendrá así la violencia de género, Los Ángeles Azules no están de acuerdo.
“Nosotros somos neutros, queremos a nuestros compañeros músicos y a los grupos musicales como respetamos su música, los norteños y todo eso. Ellos respetan la cumbia, no nos metemos a opinar mal de un grupo y de un artista.
“No podemos decir que se prohiba porque nosotros nos dedicamos a lo mismo”, explica Jorge.
Con los pies en la tierra
Los Ángeles Azules han pasado de escenarios pequeños a enormes, pero los integrantes de la agrupación aseguran que seguirán siendo parte del pueblo.
De hecho, Jorge dice que no están cerrados a presentarse en eventos pequeños: “Cuando quieran que vayamos a una boda, unos XV, pues vamos. Ya cuando no nos quieran ya no vamos, pero ahora lo importante es tocar en donde nos quieren escuchar.
“Hoy por hoy vamos a cualquier lado, cualquier país, Centroamérica, Costa Rica, Bolivia, muchos lados donde nos quieren. Gracias a Dios, le digo a mis hermanos: ‘ahora que nos quieren, pues vamos’”, asegura el acordeonista.