Gabriel Soto y la actriz Irina Baeva han puesto fin a su relación de cinco años, sin haber logrado concretar sus planes de matrimonio.
El anuncio de su separación fue hecho por el famoso ayer 16 de julio, a través de un comunicado en Instagram, donde destacó la importancia de los años compartidos:
“Han sido años de aprendizaje y experiencias que quedarán en ambos y por las que siempre estaremos agradecidos. Esta decisión la hemos tomado después de varios meses de reflexión; los motivos se mantendrán en nuestro círculo interno. Agradecemos que nos permitan atravesar esta situación con discreción y respeto”, se lee en el texto
Mientras tanto, Irina aún no ha emitido declaración alguna al respecto.
La ahora expareja se comprometió en 2020, aproximadamente dos años después de iniciar su controvertido romance. En aquel entonces, fue Irina quien presumió en redes la brillante roca en su dedo anular.
Pero desafortunadamente, como si el "destino" estuviera advirtiéndolo, los planes de boda se vieron obstaculizados, primero por la pandemia de Covid-19 y luego por complicaciones relacionadas con la visita de la familia de Irina a México debido al conflicto entre Rusia y Ucrania.
Con el tiempo, la pareja fue menos visible públicamente, lo que alimentó las especulaciones sobre el estado de su relación.
A pesar de las adversidades que enfrentaron juntos, el motivo exacto por el cual decidieron no casarse sigue siendo desconocido. Irina fue vista por última vez con el anillo a principios de mayo, sin mayores detalles sobre su futuro.
El anillo de compromiso que Gabriel dio a Irina también fue objeto de críticas. Si bien ambos expresaron su felicidad por pasar el resto de su vida juntos, recibieron comentarios negativos sobre el tamaño y la apariencia de la joya, comparándola desfavorablemente con el "amor y valor" que el actor le daba a la rusa.
La joya de Irina, que tiene un diamante corte princesa de aparentemente medio quilate, pertenecería a una categoría alta en términos de calidad y diseño, valorada entre 50 y 60 mil pesos.
Ahora que la relación terminó y la boda, por consiguiente, quedó cancelada; se desconoce si la actriz conservará la joya o se la devolverá a su, ahora, exprometido.