A mediados del siglo pasado un abad belga, Gregorio Lemercier, quien había pasado por una crisis de fe, fundó en Cuernavaca el Monasterio de Santa María de la Resurrección en donde sin permiso del Vaticano, introdujo a dos psicoanalistas para estudiar a quienes ahí se encontraban, historia que recientemente interesó al cineasta Andrés Kaiser.

“Se dio cuenta que al monasterio iba gente a esconderse de la sociedad, por la familia, por una serie de razones como el sexo también, sin que ellos mismos lo notaran y es cuando lleva a dos psicoanalistas ateos para estudiar a los monjes con la idea de que fuera un filtro y sólo estuvieran quienes en realidad fueran para esa vida religiosa”, detalla.

Al enterarse de ello, la fracción conservadora de la Iglesia mexicana se escandalizó y llegó a oídos del Vaticano. Aún así, el lugar funcionó durante siete años hasta que de la Santa Sede se ordenó su cierre.

El propio Lemercier contrajo matrimonio y el resto de su vida sostuvo que los monasterios sin estar al servicio de la gente y con la tendencia de eliminar las relacionas humanas, habría que erradicarlos, pues nadie podría buscar a Dios si rechazaba al prójimo y al del sexo opuesto. La historia de ese monasterio es llevada al cine por Kaiser en el documental "La primavera de los anacoretas", en producción.

“Es un lugar importante para todo lo que pasó después en la religión, algo que vale la pena recordar. Al final perdieron contra el Vaticano y fundaron un centro psicológico, hay cosas mezcladas en todo lo que sucedió y eso mostrará el documental”, establece.

Kaiser debutó en pantalla grande el año pasado con su cinta Feral, un falso documental nutrido con found footage, en el que se cuenta la historia de un niño salvaje encontrado por un investigador que plasmó su experiencia en cintas de video.

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