Para la cantautora mexicana Lila Downs, "mucha gente tiene miedo a la palabra feminismo" por lo que se confiesa "un poco desencantada" con el hecho de que el mundo "no está muy listo para hacer un tributo a la mujer".
Downs, que está en Madrid para promocionar su último álbum, "Salón, lágrimas y deseo" (Sony) y explicó que las catorce canciones que lo componen están inspiradas en mujeres que han sobrevivido a la violencia, y por eso, aunque narren historias "muy fuertes", le dan "impulso" para seguir escribiendo.
En "Salón, lágrimas y deseo", las protagonistas son las mujeres, pero Downs también rinde homenaje a sus orígenes indígenas y al amor por su tierra natal, Oaxaca (México). "Es un disco muy amoroso pero también desamoroso y al finalizarlo me di cuenta de que tenía una voz muy femenina, tenía un punto de vista muy de nosotras", señala.
La mexicana considera este duodécimo trabajo "uno de los musicalmente más lindos" que ha hecho y apuesta por la "búsqueda de la luz" como arma para combatir la indiferencia.
Downs reconoce además que se le "rompió el corazón" cuando Donald Trump llegó a la Casa Blanca, mandatario por quien ya había manifestado su rechazo tras lanzar el tema "El demagogo" en octubre del año pasado, con duras críticas al ahora presidente de Estados Unidos.
"Me di cuenta de que hay una representación de gente muy negativa, racista y miedosa", resalta la cantautora - hija de madre indígena y padre estadounidense - que creció intercalando las agrestes montañas de Sierra Madre, en el estado mexicano de Oaxaca, con el pintoresco paisaje de Minnesota, en Estados Unidos.
Aunque los tiempos actuales le hagan pensar en "las tristezas" ocasionadas por momentos pasados similares, como el auge del fascismo y la Segunda Guerra Mundial, Downs se muestra también optimista, pues cree que "somos más los buenos".
"Las sociedades humanas siempre van en cambio, son ciclos generacionales. Ahora mismo estamos pasando por el final de uno negativo para luego empezar otro con cosas positivas", apunta.
En la gira para promocionar su nuevo álbum Downs garantiza que el público "no se decepcionará" y que podrá disfrutar no solamente de las canciones del nuevo disco sino también de las favoritas de trabajos anteriores y algunos temas clásicos de jazz.
Un variado repertorio santo y seña de su carrera, porque, según reconoce, no le gustan las etiquetas y cree que "cada quien es una expresión de su generación, de su tiempo".
Por ello rechaza el título de sucesora del mito Chavela Vargas , aunque se identifica con el carácter "marginalizado" de su música y estilo de vida.
"Quizás en mi caso yo siento también que era una cantante independiente al principio y que estoy de cierta forma al margen de la sociedad", apunta al recordar la constante transición de Vargas entre los mundos de la depresión, misoginia y homofobia.
En relación con otros proyectos, la cantautora cuenta que sigue componiendo canciones, pues siempre tiene "esa necesidad" de llevar a su música textos de cosas que "afectan".
Para el futuro, desea un mundo "más tolerante" en el que las mujeres sean "más solidarias las unas con las otras" y que no sean "flojas" a la hora de educar a "nuestros varones" a respetarlas.
Madre de un chico de siete años, Downs enfatiza el cuidado necesario a la hora de formar a los niños: "Lo que pasa en la sociedad es un reflejo de lo que pasa en casa", concluye.
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