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La justicia argentina procesó a cinco personas por su presunta participación en la muerte de Liam Payne, ocurrida el pasado 16 de octubre tras caer del tercer piso de un hotel en Buenos Aires.
La noticia se dio a conocer la tarde de este 29 de diciembre por distintos medios locales, los cuáles también revelaron las identidades de los implicados y la orden de prisión preventiva que pesa sobre dos de ellos.
Se trata de Ezequiel Pereyra, Gilda Martín y Esteban Grassi, empleados del hotel CasaSur; además de Rogelio "Roger" Nores, amigo cercano de Payne; y Braian Paiz un exmesero.
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De acuerdo con la jueza Laura Bruniard, quien está a cargo del caso, se encontraron suficientes elementos para creer que los acusados tienen algún grado de responsabilidad en el caso; esto luego de analizar las pruebas de la fiscalía, entre las que destacan las grabaciones del hotel que se han filtrado a los medios.
Pero ¿cuáles son los delitos que se les están imputando?
Para entender mejor el caso, es necesario recordar que, aunque los primeros reportes indicaban que la caída de Payne había sido un trágico accidente, los exámenes toxicológicos revelaron restos de cocaína rosa en el organismo del artista, lo que dio un giro a las investigaciones.
Según un comunicado del Ministerios Público Fiscal, Paiz y Pereyra fueron los encargados de conseguirle drogas al cantante, por lo que enfrentan cargos de suministro de estupefacientes, lo que podría costarles de cuatro a 15 años de prisión.
Paiz conoció a Liam mientras trabajaba como camarero en un lujoso restaurante de Buenos Aires y reconoció haberle entregado cocaína al británico el 14 de octubre. Mientras que Pereyra le habría suministrado drogas al artista el 15 y 16 de octubre, día en que murió.
Nores, quien se identificó como mánager, está acusado de homicidio culposo por "negligencia o inobservancia de los deberes a su cargo" y según las leyes argentinas, podría pasar hasta cinco años tras las rejas.
Martín y Grassi, gerente del hotel y jefe de recepción respectivamente, enfrentan cargos similares, pues no sólo se encontraban en el vestíbulo del hotel cuando el británico apareció en estado inconveniente; sino que Martín ordenó que el artista fuera llevado a su habitación y Grassi lideró al grupo de personas que lo llevaron cargando hasta allá, poniéndolo en peligro.
Hasta el momento se desconoce cuándo se llevará a cabo el juicio contra los implicados; sin embargo, tanto la familia del intérprete como sus millones de fans alrededor del mundo exigen justicia.
Con información de AP
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