Familiares y amigos del actor surcoreano Lee Sun-kyun, cuyo suicidio conmocionó al país esta semana, le dieron hoy su último adiós y mostraron visiblemente su dolor en un funeral celebrado en Seúl.
Tras la ceremonia, celebrada en el Hospital de la Universidad Nacional de Seúl, se realizó una procesión en la que, como es costumbre en Corea, el hijo mayor del actor -que apenas es un adolescente- fue el encargado de cargar con el retrato de Lee y encabezar la procesión por delante del féretro y los porteadores.
Detrás, la viuda de Lee, la también actriz Jeon Hye-jin, caminó llorando agarrada del brazo de su hijo menor rodeada de familiares y amigos cercanos, que también hicieron visible su dolor por el fallecimiento del intérprete.
Muchos seguidores del actor se acercaron también al hospital a mostrar sus respetos, dejando mensajes de despedida pegados en la pared de la sala funeraria.
En el funeral estuvieron muchos actores y actrices que trabajaron con Lee a lo largo de su carrera, como Cho Jin-woong, Sol Kyung-gu, Ryu Seung-ryong, Gong Hyo-jin, Lee Sung-min o Yoo Hae-jin.
Lee, de 48 años y que ganó fama global por su papel en la oscarizada película "Parásitos", fue encontrado inconsciente el pasado miércoles en su automóvil, en cuyo interior había quemado una briqueta de carbón, un producto mortalmente tóxico en un espacio sin ventilación.
El actor dejó una nota en la que decía sentirse superado por las circunstancias en torno a la investigación sobre su supuesto uso de drogas que arrancó en octubre y en la que consideraba que quitarse la vida era "la única solución".
Tras su fallecimiento se ha criticado la dureza excesiva con la que las autoridades acometieron la investigación sobre Lee, al que se acusaba de haber consumido marihuana y otras drogas como ketamina, así como los rumores, noticias falsas y filtraciones en torno a su caso, lo que ha vuelto a poner de relieve a su vez la enorme presión social que existe en Corea del Sur sobre los artistas.
Los restos de Lee serán incinerados en Suwon (al sur de Seúl) y serán enterrados en un parque memorial de la localidad de Gwangju (30 kilómetros al sureste de Seúl), en la provincia de Gyeonggi.
Los especialistas remarcan que las muertes por suicidio nunca tienen un único detonante, sino que son el resultado de factores psicológicos, biológicos y sociales que tienen tratamiento.
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