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Hace 34 años Guadalupe Loaeza escribió relatos que luego compiló y finalmente publicó en un libro bajo el título de "Niñas bien".
En él, la escritora relataba la vida de una mujer de nombre Sofía, quien junto a sus amigas y su círculo social más cercano tenía una vida de lujos y riqueza.
Todo esto hasta que la crisis financiera de mitad de los 80 llevó a que esta mujer perdiera casi todo y ante su negativa a ser pobre, comenzó a vivir de las apariencias.
¿Por qué una historia de un sector de la sociedad tan específico podría ser algo que millones quisieran ver en el cine? ¿Por qué algo que sucedió hace 33 años podría ser tan relevante para la sociedad actual?
Para Ilse Salas, protagonista de la versión cinematográfica del libro de Loaeza, la respuesta es sencilla: “Todavía vivimos en una sociedad que no ha cambiado y vive de apariencias y en crisis.
“No sólo se trata de la élite clasista con relación a los menos privilegiados, yo misma tenía un juicio sobre estos personajes, me sentía lejana a ellos y es fácil decir que los ricos son los malos y opresores”, dijo Salas.
Loaeza, creadora de esta historia, comparte la visión de Salas ya que apuntó, durante la conferencia de prensa de la cinta, que el país no ha cambiado tanto en las tres décadas que lleva de publicado su texto.
“Han pasado tantos años y seguimos viviendo las mismas cosas, tenemos la misma incertidumbre polítca y económica, las cosas no han mejorado, así que aunque pudiera parecer que es un relato viejo, es más actual que nada”, detalló.
Proceso. Este largometraje que llega a las salas mexicanas hoy es protagonizado también por Cassandra Ciangherotti, Paulina Gaitán, Johanna Murillo y Flavio Medina, quienes se pusieron a las órdenes de la directora Alejandra Márquez (Semana Santa).
Es Márquez quien detalló que le llamó la atención dirigir este trabajo porque además de que la historia es contada a través de distintas mujeres “la película es también el viaje en decadencia de una princesa, cayéndose de su pedestal.