El tiroteo fatal de Alec Baldwin en un set de filmación ha puesto las miradas en un rincón a menudo invisible de la industria cinematográfica donde los críticos dicen que la búsqueda de ganancias puede conducir a condiciones de trabajo inseguras.
Con un presupuesto de unos 7 millones de dólares, el western “Rust” no era una película independiente de micropresupuesto. La ganadora del Oscar del año pasado, “Nomadland”, se hizo por menos. Pero el set en Nuevo México donde Baldwin le disparó a la directora de fotografía Halyna Hutchins tenía en su equipo miembros sin experiencia, aparentes fallas de seguridad y una seria disputa laboral.
Para algunos en el negocio, las fallas reflejan problemas más grandes en una industria cinematográfica que está en rápida evolución.
“La producción está explotando y se están recortando aún más los presupuestos”, dijo Mynette Louie, una veterana productora de cine independiente. “Algo tiene que fallar”.
El tiroteo ocurrió en un momento de mucha actividad, cuando las producciones de cine se están incrementando ante la relajación de las restricciones por la pandemia. Los servicios de streaming han aumentado la demanda de contenido. Y mientras tanto, la industria está luchando con los estándares en los sets de cine.
El alguacil del condado de Santa Fe, Adan Mendoza, dijo que hubo “cierta autocomplacencia” en el modo en que se manejaron las armas en el plató. Los investigadores encontraron 500 cartuchos de munición — una mezcla de balas de fogueo, cartuchos falsos y balas reales sospechosas — pese a que la especialista en armas de fuego del set, la armera Hannah Gutiérrez Reed , dijo que nunca debió haber municiones reales en el lugar.
La atención se ha centrado en Gutiérrez Reed, de 24 años, quien había trabajado sólo en un largometraje anterior, y en el asistente de dirección Dave Halls , quien le entregó el arma a Baldwin.
Según una declaración jurada, Halls gritó “pistola fría” para indicar que era segura de usar, pero dijo a los detectives que no revisó todas las cámaras del arma.
La falta de un protocolo adecuado para el manejo de las armas sorprendió a cineastas veteranos.
“Esto fue incompetencia, inexperiencia y — odio decir esto — falta de preocupación por tu trabajo. Si hay un montón de municiones en una caja, no es así como se hace”, dijo Mike Tristano, un armero profesional desde hace muchos años.
Varios miembros del equipo de cámaras de “Rust” abandonaron el set en medio de discordias sobre las condiciones laborales, incluyendo procedimientos de seguridad. Esa mañana se contrató un nuevo equipo, según el director Joel Souza, quien habló con los detectives. Estaba parado cerca de Hutchins y fue herido por el disparo.
La división de Nuevo México del sindicato Alianza Internacional de Empleados de Escenarios Teatrales (IATSE, por sus siglas en inglés) calificó informes de trabajadores no sindicalizados traídos al rodaje como “inexcusables”.
El gremio pronto votará sobre un nuevo acuerdo de normas que cubre a 60 mil miembros de equipos de cine y televisión, un acuerdo alcanzado con los principales estudios después de que IATSE se preparara para la primera huelga en sus 128 años de historia.
En un comunicado, el productor ejecutivo de “Rust”, Allen Cheney, dijo que los seis productores de la película en conjunto tenían más de 35 años de experiencia en cine y televisión. Llamó a “Rust” una “producción certificada por el sindicato”.
James Gunn
, el realizador de “Guardians of the Galaxy” (“Guardianes de la Galaxia”), sugirió que una cultura de descuido podría ser en parte responsable.
“Decenas de personas han muerto o han resultado gravemente heridas en sets de películas por irresponsabilidad, por ignorar los protocolos de seguridad, por un liderazgo inadecuado y una cultura establecida de prisa sin sentido”, escribió Gunn en Twitter.
El iluminador de “Rust”, Serge Svetnoy , culpó a los productores de la película por “negligencia”.
“Por ahorrarse diez centavos, a veces contratan a personas que no están completamente calificadas para el trabajo complicado y peligroso”, señaló Svetnoy en una publicación en Facebook.
El veterano maestro de utilería Neal W. Zoromski dijo al diario Los Angeles Times que rechazó una oferta para trabajar en “Rust” porque los productores insistieron en que una sola persona podría fungir como asistente de utilería y como armero.
Gary Tuers, dueño de la propiedad de “Tomorrow War” (“La guerra del mañana”) y “Jurassic World: Fallen Kingdom” (“Jurassic World: El reino caído”), dijo que el tiroteo fue “una denuncia de la cultura de producción moderna, que durante los últimos 30 años ha perseguido créditos fiscales y ha encontrado todas las formas imaginables (y varias que no lo fueron) para sacrificar la salud y la seguridad del equipo en nombre de la conciencia presupuestaria”.
“Esta tragedia fue un evidente accidente”, escribió en Instagram. “Pero también fue un resultado predecible de la estructura de incentivos dentro de la industria del cine moderna”.
Varias compañías se unieron para financiar y producir “Rust”, incluida El Dorado Pictures de Baldwin. La película, basada en una historia de Souza y Baldwin, fue financiada en parte por Streamline Global, con sede en Las Vegas, que describe su modelo comercial como “adquirir películas que ofrecen ciertos beneficios fiscales” que podrían “reducir al propietario los impuestos sobre la renta federal con los ingresos obtenidos de otras fuentes”.
BondIt Media, un financista independiente de cine, también financió “Rust”. La compañía con sede en Santa Mónica, California, ha ayudado a financiar otros thrillers de acción protagonizados por hombres como “Honest Thief” (“Venganza implacable”) de Liam Neeson, “Force of Nature” (“La fuerza de la naturaleza”) de Mel Gibson y “Hard Kill” (“Difícil de matar”) de Bruce Willis.
Incluso antes del tiroteo, el destino más probable de “Rust” era video a la carta (on demand). El año pasado, Baldwin promocionó la película a compradores en el mercado cinematográfico virtual de Cannes. El actor dijo a The Hollywood Reporter que el guion le recordaba a “Unforgiven” (“Los imperdonables”, un western de 1992 protagonizado por Clint Eastwood.
Días después del tiroteo, la producción de “Rust” se suspendió indefinidamente.
La cinta se realizaba bajo una disposición fiscal llamada Sección 181, que se aplica a películas que cuestan entre 2,75 y 7,5 millones de dólares. Puede ayudar a los inversores a cubrir pérdidas antes de que una película llegue a cualquier pantalla, especialmente en un estado con generosos créditos fiscales como Nuevo México.
El estado ha sido un lugar popular para producciones de cine en los últimos años. Algunas de sus regulaciones, incluso para los expertos en armas en el set, son menos estrictas que en California.
En sus 30 años de carrera, el armero Tristano no ha visto a muchos productores o miembros de equipos experimentados escatimar con la seguridad. Pero cuando la seguridad ha estado en juego, no ha dudado sacar a un equipo de un set.
“Cada vez que estuve en un set donde había mucho pánico, o el asistente de dirección se apresuraba, yo decía: ‘Está bien, voy a poner las armas en la camioneta’”, dijo Tristano. “’Cuando estén listos para hacerlo bien, lo haremos. Si no les gusta, despídanme”.
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