Aunque en recientes años las series han demostrado acaparar la atención del público televisivo, lo cierto es que las telenovelas se mantienen y siguen estando en el gusto de los mexicanos, para muestra, Quererlo todo, que en su día de estreno fue vista por más de 3 millones de espectadores, una cifra grande considerando el horario en el que se transmite.
La producción de Ignacio Sada fue una de las afectadas por la pandemia, tuvo que retrasar su estreno en dos ocasiones y su preproducción se llevó casi un año. Pese a ello, el productor considera que el recibimiento que ha tenido su proyecto demuestra que el género de la telenovela está más vivo que nunca.
“Hay un interés, un hambre del público por volver a ver sus telenovelas clásicas. Nosotros como empresa hemos demostrado durante 70 años ser una fábrica de sueños, donde el principal producto es la telenovela y que se ha vuelto materia de exportación”, dijo Sada.
El productor explicó que los clásicos han vuelto quizá en parte a que los tiempos complicados que vive el mundo han hecho que el espectador busque esparcimiento y distracción.
“La telenovela está viva, la gente tiene muchas ganas de tener un momento de relajación en estos momentos difíciles y la telenovela está hecha para eso, es volver a contar esas historias, darle al público una hora para soñar”.
Sada reconoce el impacto que hoy en día tienen las series y aunque él mismo es fan de algunas de ellas, no cree que este género deba o pueda sustituir al melodrama tradicional.
“La telenovela tiene su propio lenguaje e identidad y las series también. El error es tratar de darle la identidad que es de un género al otro”, añadió.