Cada que se ponía nerviosa, María Isabel Martínez Moreno hablaba tan rápido, que causaba gracia, pero no lo había notado.
Un día, mientras se encontraba trabajando en el musical "Lolita está embarazada, se busca al causante", y a punto de entrar ella al escenario, le informaron que debía hacer tiempo porque los bailarines no habían llegado.
Así que salió y, tensa, comenzó a decir palabras improvisadas a tal velocidad que todos mundo estaba sorprendido. Roberto Cobo que estaba presente, gritó que estaba en presencia no de la Mujer Maravilla, sino de la Mujer Tarabilla y todos lo celebraron.
María Isabel, esa noche, salió bien librada y con el sobrenombre que la identificaría durante toda su carrera.
Hija de un ingeniero de caminos y una ama de casa, la acapulqueña no tenía en mente ser actriz y mucho menos comediante. Estudió contaduría, carrera que dejó trunca porque le ofrecieron trabajo en un banco.
Después, junto con su hermana (Patricia Martínez, locutora), descubrió que en todos los teatros pertenecientes al Seguro Social daban clases gratis de actuación y, además hacían algunas presentaciones. Así encontró su pasión.
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A "Pompín" Iglesias , con quien sostuvo una relación de 30 años, lo conoció en un Tenorio Cómico . Ella lo admiraba, aunque había una diferencia en edad de dos décadas, pues él estaba a mitad de sus cuarentas. Pero no importó.
Se lo había presentado Lupita Pallás, mamá de Jorge Ortiz de Pinedo, y el flechazo fue inmediato.
"Me enamoré de él con tan sólo verlo", dijo en una entrevista a EL UNIVERSAL.
Foto: Archivo EL UNIVERSAL
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"Me considero una mujer muy afortunada, por haber sido verdaderamente amada por un hombre tan maravilloso y no por poquito tiempo", agregó en una charla de 2012, a pesar de que jamás contrajeron matrimonio, siendo novios eternos.
Durante ese tiempo, nunca vivieron juntos, porque él tenía hijos.
"Si nos hubiéramos casado, quizá no habríamos durado ni diez meses", dijo al canal 6 de Monterrey.
"La Tarabilla" inició su carrera en 1975. Participó en programas de comedia como "Mi secretaria", "El hospital de la risa" y "Bajo el mismo techo", colaborando también en las telenovelas "Los parientes pobres", "Carita de ángel" y "Gotita de amor".
Decía que en su juventud pudo ser considerada una estrella, pero ya madura, nunca se negaba a un trabajo así fuera una participación especial de apenas un episodio.
Años atrás dejó de asistir a castings porque fue perdiendo el sentido del oído y, al no escucharse, no sabía si lo hacía bien.
"Aprendí de todos los amigos de Pompín que me llamaron, Alfonso Zayas, Rafael Inclán, el 'Caballo' Rojas"", recordaba.
"Tres familias", de TV Azteca y charlas motivacionales, fueron algunas de las últimas actividades realizadas por la actriz que falleció hoy a los 75 años.
En sábado, como ocurrió con su eterno amor, pero de 2007.
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