La violencia que se vive en el país supera la ficción de series como La piloto.
Mafia, drogas y tráfico de personas es una parte de lo que viven personajes como el de Arley Mena. Mauricio Aspe, quien da vida al sicario, considera que lo que retratan en cada capítulo es sólo una parte de lo que en verdad se vive en las calles.
“Desgraciadamente estamos pasando en el país por una situación horrible que lo que menos quisiéramos es ver ejemplos pero cuando no pasaba nada aquí lo veíamos como ‘ay, mira qué divertido’”, comenta en entrevista.
“Lo que hacemos es una cosa de niños. La realidad supera todo lo que vemos”, lamenta el actor.
Sin embargo, Aspe considera que, si algo debe entender el público es que su finalidad es simplemente de entretener, mas no educar, esa es una tarea que se hace en casa.
“Queremos que lo vean desde lejos y digan ‘qué padre lo que están haciendo pero no queremos llegar a eso’”.
“Me parece que es muy fácil echarle la culpa a algo que nos corresponde a nosotros como padres, como escuela o núcleo social: educar a nuestros hijos y dejarles ver lo que creemos que es correcto para ellos”.
En ésta que es ya la segunda temporada de La piloto Mauricio Aspe aún comparte créditos con artistas como Livia Britto y Arap Bethke, entre otros.
Es ahora su propio personaje, Arley Mena, el que en la trama atraviesa una serie de cambios que lo han llevado a convertirse en un villano con un lado más humano.
Esta situación, explica, es lo que lo ha llevado a valorar su vida y a su familia.
“Ha sido un personaje que he intentado conocer lo mejor que puedo, soy papá de dos niñas y gracias a Dios estoy presente con ellas, no me ha pasado lo que a Mena”, dice.