Con el paso del tiempo, muchas tradiciones se han ido perdiendo. Ya no es común que en los barrios cada diciembre se vean las procesiones para pedir posada o que se rompa una piñata, considera el director Mauricio Somuano.
Por eso para él, es primordial mantener la tradición de La famosa pastorela de Tepotzotlán, puesta en escena que se realiza en este pueblo del Estado de México desde 1963; es decir, que lleva 60 años presentándose en esa localidad.
“Hay muchas familias del pueblo que repiten los ritos que antaño se hacían; entonces, esta tradición continúa”, dice el director sobre este espectáculo que se presentará en el antiguo Colegio Jesuita de San Francisco Javier, o Museo Nacional del Virreinato, a partir del 14 de diciembre.
“En este mundo globalizado, las tradiciones suelen mezclarse, y es normal porque se van formando nuevas costumbres. Pero lo que caracteriza a esta pastorela es que, desde la década de los 60 se ha cuidado que se apegue lo más posible a los usos y costumbres mexicanos, a cómo se festejaba la Navidad a fines del siglo XIX e inicios del XX”, considera Somuano.
El director cuenta que esto es una pastorela netamente tradicional, es decir, aquí no hay doble sentido ni mucho menos figuras sexies.
“Como cualquier pastorela, tiene un toque político y crítico, tienes que decir muy poco para que el público entienda fácilmente a qué personaje de nuestra política actual se está refiriendo, sin necesidad de recurrir a la morcilla, ni al chiste, ni al doble sentido, siempre conservando el humor blanco y familiar”.
La experiencia de esta pastorela es completa, detalla el realizador: la gente que asista recibirá, apenas llegue, un ponche tradicional. Después pasan al atrio, donde hay una banda amenizando en lo que el público entra.
También concursarán en un karaoke con mariachi, después pasan a una sala donde se desarrolla la pastorela y, finalmente, terminando la función, vivirán lo que es una posada tradicional.
“Se rompen piñatas y se canta; es decir, todas las tradiciones más conocidas de la Navidad no solo no se pierden, sino que la gente las disfruta mucho y participa en todo. Eso es lo más lindo”.
Mauricio explica que cada año se invita a una personalidad a integrarse al montaje; este año es el turno del actor Julio Casado (El vato y El que busca encuentra), quien hará el papel de Lucifer.
La famosa pastorela de Tepotzotlán, con 60 personas en escena, estará hasta el 23 de diciembre.