Los diarios sudamericanos dieron a conocer ampliamente la lamentable noticia de la muerte de Pedro Infante , apenas un año antes, el artista mexicano había visitado Colombia con gran éxito.
El vespertino “Independiente” informó que en todas las radiolas de los cafés de Bogotá se escuchó, la noche del 15 de abril de 1957, el tema “El crucifijo de piedra” en voz del ídolo de Guamúchil, Sinaloa.
También quedó el registro de que no pocos hombres del pueblo se refugiaron en las copas al saber que Infante había muerto. El mismo periódico señaló que “los charros mexicanos tienen honda raigambre continental y no pertenecen exclusivamente a su país, sino a toda América Latina”.
La publicación consideró que pese a la muerte de Pedro Infante y de la partida de Jorge Negrete tres años antes , otros artistas se encaminaban al pedestal de la fama, como el caso de Luis Aguilar y Miguel Aceves Mejía.
En Caracas, Venezuela, una joven de 19 años se quitó la vida al enterarse, por radio, de la muerte de Pedro Infante, EL UNIVERSAL reportó que la joven se llamaba Josefina Vaica y que al conocer la noticia entró en un estado de nervios e ingirió una fuerte dosis de barbitúricos que le produjeron la muerte.
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