Venecia.— El Festival Internacional de Cine de Venecia cumple su 80 aniversario con una de las ediciones más complejas de su historia, debido a la huelga de actores y guionistas de Hollywood, que ya había augurado alfombras rojas que tendrían que llenarse con directores y políticos, como ocurrió ayer en la noche de su inauguración.
En la isla del Lido, su director, Alberto Barbera, sostuvo su apuesta:
“Habrá pocas estrellas, pero grandes películas”, dijo contundente, y confesó que lograr esta programación fue casi un milagro.
Con un jurado encabezado por el director de La la land, Damien Chazelle —que llevó una camiseta apoyando la huelga hollywoodense— y plagada de realizadores de lujo como Jane Campion, Mia Hansen Love, Laura Poitras y Martin McDonagh, entre otros, el retrato de intenciones quedó claro.
Este año, en La Mostra todas las expectativas están puestas en lo que los grandes contadores de historias podrán traer a las salas.
Se espera que el festival demuestre que, aunque las celebridades visten y alumbran las cintas, lo que importa es que los contenidos sean realmente buenos para sostenerse.
Entre las películas más esperadas está la que inauguró la Muestra, Comandante, dirigida por Edoardo de Angelis y protagonizada por Pierfranceso Favino, el actor italiano del momento, que fue el reemplazo de Challengers, la película de Luca Guadagnino interpretada por Zendaya y que había sido la elegida en un primer momento, cuyo estreno se pospuso en apoyo a la huelga.
Comandante cumplió, pues no dejó a nadie indiferente con su discurso acerca del peligro del fascismo y el acento a la importancia de la ayuda humanitaria, en un momento complejo en Italia, marcado por su gobierno de extrema derecha.
Se espera además la nueva película de David Fincher, The killer. También llegará la vida de Enzo Ferrari, protagonizada por Adam Driver, bajo la lente de Michael Mann. Sonarán fuerte otros cineastas como Sofia Coppola, Bradley Cooper (que vuelve a autodirigirse) o Pablo Larraín, por mencionar algunos.
A cargo de la polémica estará Roman Polanski con The palace, director vetado en Estados Unidos al igual que Woody Allen, que aquí también proyectará su nuevo filme, Coup de chance.
Este año nuestro país pisa fuerte, pues compite por el máximo galardón, el León de Oro, con Memory, de Michel Franco, sobre una pareja que intenta entablar una relación, mientras uno de ellos lidia con la demencia y el trauma.
En la Sección paralela Orizzonti está el filme A cielo abierto, dirigido por Mariana y Santiago Arriaga, los hijos de Guillermo Arriaga, sobre un viaje en carretera que realizan dos hermanos y su hermanastra.
En la Sección Biennale College Cinema, competirá el filme de José Pablo Escamilla, Lumbrensueño, que cuenta la historia de dos amigos adolescentes.
Entre los momentos más entrañables de la velada de apertura estuvo el León de Oro a la Carrera, que esta vez fue otorgado a la cineasta italiana Liliana Cavani.