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La imagen romántica de la madre ya no está más en el cine mexicano. Al menos por ahora.
Si en la primera mitad del siglo pasado las películas respaldaron a la mujer abnegada y llena de sacrificios en pro de sus hijos, en este momento una corriente ha decidido hablar de las otras maternidades, del miedo que provoca concebir, de decidir alejarse de los hijos para una vida mejor o la que desea ser madre soltera.
"Huesera", ópera prima de Michelle Garza Cervera, es la que abre el fuego desde hace unos días en cines, pero hay otro puñado de largometrajes, todos dirigidos por mujeres y en espera de lanzamiento, que van más allá de lo tradicional.
La ópera prima de Garza Cervera, ganadora en Sitges, navega en el género del horror con un personaje protagónico (Natalia Solián) que tras mucho tiempo buscando embarazarse lo logra, pero por una extraña presencia, comienza un camino de cuestionamientos hacia su decisión.
“Todo comenzó conmigo llegando a los 30 años y preguntándome si quería o no esa vida doméstica”, cuenta la realizadora.
“Muchas veces nos encontramos atrapadas en dos caminos: o eres la mujer protectora y buena o la maldita, la llorona y la que mata a sus hijos, cuando en realidad somos varios grises y habitamos los hogares, eso para mí era importante mostrar”
Y el terror le sirve, pues considera que es un género permisivo para hablar de cosas que de otra manera no se podría.
Casi todo el elenco del filme es mamá ya sea de niños o adolescentes. Cuando leyeron el guión, se reconocieron en él, porque los temores ahí mencionados son comunes pero también un tabú, y por eso no se habla de ellos.
“Se siente como si tuvieras un alien adentro. Una madre tiene una responsabilidad enorme, social y humana, pero no es nada fácil, es acompañar a los hijos en la felicidad y los retos y cuando son jóvenes es complicado, todo está lleno de miedos e inseguridades”, comenta Mercedes Hernández, integrante del reparto.
Otras apuestas
"La hija de todas las rabias" y "Santa Bárbara", dirigida por Laura Baumeister y Anaís Pareto Onghena, respectivamente, hablan sobre la separación de madres con sus hijos. En la primera, la madre decide dejar abandonada a su hija en un basurero, pensando que así tendrá la vida que ella no podrá darle. En la otra, se cuenta cómo una mujer que vive en Barcelona debe aceptar la llegada de su hijo adolescente, a quien no ve desde hace más de una década.
“La relación entre madre e hija siempre está pintada como algo sacralizado y no es necesariamente así. Es un tema duro, pero se buscó verlo a través de los ojos de la niña y eso dio poesía”, destaca Baumeister.
“Cada vez que nos atrevemos a decir que la maternidad es algo bcomplejo, hay una sensibilización que se está comenzando a gestar”, considera Andrea Toca, productora de Santa Bárbara, cinta basada en hechos reales vistos por la realizadora.
"Días borrosos", con Sophie Alexander Katz y dirigida por Marie Benito, utiliza la soledad provocada por la pandemia para contar la historia de una mujer en sus 40, próxima a acabar su vida fértil y que ha buscado infructuosamente tener un hijo; conoce a un hombre que le dobla la edad y comienza una relación amistosa.
“Todos conocen a una mujer que está embarazada o quiere estarlo; también a quienes no quieren ser mamás y está bien. Lo malo es pensar que por ser madre no se estará sola, cuando en realidad puede ser un proceso tremendamente solitario”, detalla Sophie.
Paulina Villavicencio, productora de "Huesera", tiene una idea de por qué han llegado varias películas sobre la temática: “Es este proceso de picar piedra de mujeres y cineastas”, dice.