Si bien Glenn Close es considerada como una de las mejores actrices de su generación, asegura que el camino hacia la gran industria del cine no ha sido fácil, aunque esto no sea algo que la detenga en su lucha: buscar que más mujeres sean reconocidas y valoradas por su capacidad.
“Hay muchos espacios en la trastienda de nuestra profesión y sólo esperas que haya una mujer en la parte de atrás, porque he tenido que luchar mucho, por ejemplo, cuando produje a principios de los 90. Sólo dije: no me voy a rendir”, dijo en entrevista con medios internacionales.
La nominada ocho veces al premio Oscar considera que ha habido cambios a favor del feminismo cuando, todavía en 2018, se encontró con un estereotipo social.
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Cuenta que cuando le ofrecieron la película The wife (La esposa), no había ningún actor estadounidense interesado en protagonizar una cinta con ese título, por lo que se sintió decepcionada al descubrirse en un entorno machista. Esto no la detuvo. Ganó como Mejor actriz galardones como un Globo de Oro y el Premio del Sindicato de Actores.
“Por supuesto, fue un inglés muy inteligente (Jonathan Pryce) quien dijo que haría The wife e hicimos una película maravillosa juntos”, recuerda.
La actriz, quien inició en teatro y se dio a conocer en cine en la década de los 80, aseguró que aunque conseguir trabajo no ha sido fácil, ella hace de su carácter su fortaleza.
“Siempre he sentido que soy una rara y creo que no es una mala manera de sentirme. Nunca he vivido en Hollywood, he tratado de ser lo más objetiva posible sobre las cosas que hice, que elegí.
“Ahora las mujeres reciben el mismo salario y pueden tener roles iguales. Los productores ahora están tratando conscientemente de tener un equipo de reparto diverso, se está logrando un progreso real; los escritores sienten una gran necesidad de contar más historias”.
Para su nuevo papel en la segunda temporada de la serie Teherán, la actriz tuvo que aprender idioma farsi, pues se trata de una mujer occidental que vive en Irán desde hace muchos años, hasta que se vuelve una espía con influencia de varias culturas.
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Una cálida compañera
Glenn comparte créditos con Niv Sultan, actriz iraní que ha protagonizado esta serie desde junio de 2020 y quien considera que trabajar con Glenn ha sido un proceso de aprendizaje sobre fraternidad.
“Fue bueno y divertido, inmediatamente se sintió la química, ella vino con un corazón tan abierto que me hizo sentir muy cómoda, me dio la energía más cálida que pudo y estaré siempre agradecida por ello”, comparte Sultan.
En la primera entrega, la joven de 29 años interpretó a la agente y hacker informática, Tamar Rabinyan, cuyo trabajo le hizo descubrir sus raíces iraníes, mientras que para la segunda, tendrá que camuflarse en la élite política, entre jóvenes ricos que son enviados a estudiar en el extranjero con la intención de heredar puestos en su país natal.
“No sabía que hay una gran cantidad de gente corrupta en la ciudad. Es interesante la enorme brecha que tienen en su sociedad“, señaló.